El avance de los cárteles de la droga mexicanos en Centroamérica es un asunto que preocupa cada vez más a la población, pues en los últimos años se ha incrementado la violencia en los países de la región.

 

Periodistas centroamericanos consultados señalan que la rápida penetración del narco mexicano en esa región se debe a los altos niveles de corrupción que existen en las corporaciones policiacas.

 

“Se sabe que muchas armas que Estados Unidos entregó a estos países para combatir a grupos guerrilleros ahora están en poder de los narcotraficantes mexicanos, pues jefes militares, navales y policiales se las vendieron, además de que ellos mismos proporcionan capacitación y adiestramiento a sicarios y narcotraficantes”, reveló un fotoperiodista de Guatemala.

 

Otro periodista de Honduras sostiene que los narcos mexicanos se “pasean” impunemente en zonas rurales y les disputan a pandillas locales, a punta de “cuernos de chivo”, el control de plazas.

 

Cuenta que de día hombres fuertemente armados custodian empresas, restaurantes o pequeños comercios y de noche los barrios marginales de San Pedro Sula, parecen pueblos fantasmas.

 

Junto con México, Centroamérica es la vía por donde pasa el 90% de la cocaína que se consume en Estados Unidos y se ha convertido en los últimos meses en la zona más violenta del mundo, según la ONU.

 

Y es que con la ofensiva del gobierno mexicano, los cárteles de la droga desplazaron en los últimos cinco años las operaciones al istmo y, aliados con las pandillas locales, han sembrado el terror.

 

Por ello, México, Estados Unidos y Canadá preparan un plan para combatir el narcotráfico en la región y a los cárteles nacionales que operan en esos países.