Rusia y China vetaron hoy en el Consejo de Seguridad de la ONU una resolución que buscaba una salida a la crisis de Siria mediante el apoyo el plan de transición de la Liga Árabe y que condenaba la violencia del régimen de Damasco contra la población civil.

 

El máximo órgano de decisiones de la ONU, que en febrero preside Togo, se mostró así incapaz de hablar con una voz única sobre la crisis siria, después de once meses de violenta represión del régimen hacia opositores y manifestantes.

 

“Es un día triste, pero no nos pararemos aquí. Seguiremos trabajando con la Liga Árabe, su plan está encima de la mesa”, afirmó el embajador de Francia ante la ONU, Gérard Araud, quien insistió en que se seguirá “intensificando la presión” para que la Unión Europea (UE) amplíe las sanciones hacia ese país.

 

Araud añadió que “algunos países han obstruido de manera sistemática las acciones del Consejo”, al tiempo que acusó a esas naciones, Rusia y China, de ser “cómplices de la política de represión del régimen sirio”.

 

El representante de Francia subrayó que su país sentía “una gran tristeza y preocupación por este día triste por ese doble veto, que es también un día triste para los sirios y para todos los demócratas”.

 

“Es un escándalo. Este Consejo debe instar al presidente de Siria, Bachar Al Asad, a poner fin a la violencia y a la sistemática violación de los derechos humanos de manera inmediata”, dijo el embajador alemán ante la ONU, Peter Wittig.

 

La resolución, presentada inicialmente por Marruecos, era respaldada por Arabia Saudí, Libia, Bahrein, Catar, Emiratos Árabes Unidos, Jordania, Kuwait, Omán y Turquía, así como por los miembros permanentes del Consejo Francia, Reino Unido y Estados Unidos y los temporales Alemania, Colombia, Portugal y Togo, entre otros.

 

“Estados Unidos está asqueado”, afirmó la embajadora de EE.UU. ante la ONU, Susan Rice, al tiempo que aseguró que durante varios meses “este Consejo ha sido rehén de dos miembros”, al tiempo que agregó que “esa intransigencia es más vergonzosa si cabe cuando uno de los miembros de este órgano proporciona armas a ese país”, en referencia a Rusia, el principal proveedor de armas de Damasco.

 

Poco antes de que comenzara la reunión del Consejo, la oposición siria denunció el bombardeo por parte de las fuerzas de seguridad sirias de la castigada ciudad de Homs, en la que según ellos es la mayor masacre desde que comenzó la represión.

 

La ofensiva militar siria en Homs produjo más de un centenar de muertos, aunque las cifras varían desde 147 que señaló la Comisión General de la Revolución Siria a las 260 anunciadas por el Consejo Nacional Sirio (CNS). EFE