Klaus Schwab, fundador y director ejecutivo del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), declaró recientemente que el capitalismo, al menos en su forma actual, ya no encaja en el mundo. No es el único ni tampoco el primero. Las repetidas crisis en los últimos años han puesto este tema, con algunas variantes, en el centro del debate de este y otros foros.

 

A partir del miércoles y durante los siguientes cinco días esta tesis se discutirá en Davos, Suiza, que con sus casi dos mil 900 metros de altitud no sólo es la ciudad europea de mayor altitud, también es la sede que congrega cada año a políticos y empresarios de todo el mundo y del más alto nivel en el Foro Económico Mundial (WEF).

 

En lo que será su edición 42, luego de su creación en 1971, el foro llevará como título La gran transformación: creando nuevos modelos. “Urge una transformación global y debe comenzar aplicando un nuevo sentido de responsabilidad social”, sostuvo Klaus Schwab al referirse al capitalismo. Tras la crisis de 2009, advirtió, el mundo no aprendió la lección.

 

Pero no será la primera vez que se plantea la necesidad de ajustar el modelo cuyas debilidades quedaron al descubierto durante la crisis económica que golpeó al mundo desde finales de 2008 y durante 2009.

 

A inicios de 2009, en plena crisis, y en el marco del foro de Davos, Nouriel Roubini, el llamado Doctor Catástrofe por sus acertados vaticinios sobre la recesión global detonada por la crisis de las hipotecas subprime, anticipaba “tiempos sombríos: o se ajusta el rumbo o habrá depresión”. “Hay que cambiar el sistema entero, o en caso contrario cuando salgamos de esta crisis tendremos otra de esas enormes burbujas de activos y endeudamiento, y será desastroso”.

 

A principios de 2010, cuando la economía del mundo daba los primeros, aunque débiles, indicios de recuperación, el presidente francés, Nicolás Sarkozy, durante la inauguración del foro de Davos lanzó una fuerte crítica a los excesos del sistema. “Todos sabemos lo que hubiera ocurrido sin la intervención estatal para mantener la confianza y apoyar la actividad: todo se habría hundido”. “No es una cuestión de liberalismo, ni de socialismo, ni de derechas, ni de izquierdas, es una realidad”.

 

En 2011, de manera simultánea al cónclave, miles de manifestantes poblaron de resistencia las calles de varios países del norte de África y medio oriente. Llamó la atención la revuelta popular en Egipto, un país paradigmático para el mundo capitalista.

 

En medio del optimismo que caracterizó a los asistentes al foro, la reunión se centró en las diferentes amenazas globales, desde las revueltas políticas hasta la escasez de recursos. En tanto, líderes europeos, aprovecharon el escenario de Davos para lanzar el mensaje de que harán todo lo posible por salvar el euro.

 

Para esta edición, y de acuerdo con el informe previo titulado Riesgos Globales 2012, el foro advierte que la creciente desigualdad social será “una de las mayores amenazas para la economía mundial en los años por venir”.

 

A unos días del inicio del encuentro, la organización propuso cuatro líneas de trabajo en torno a las cuales gire la discusión a partir del miércoles: crecimiento y modelos de trabajo; liderazgo y modelos de innovación; sostenibilidad y modelos de recursos; y modelos sociales y tecnológicos.

 

Adicionalmente y en un intento por iniciar el debate, 11 líderes de organizaciones internacionales publicaron un Llamado a la Acción en el que definieron el tema del crecimiento económico, el empleo y el proteccionismo como las tres mayores preocupaciones a comienzos de 2012.

 

Entre los firmantes del documento están el presidente del directorio del Fondo de Estabilidad, Mark Carney, la jefa de la Organización Mundial de la Salud, Margaret Chan, el secretario general de la OCDE Angel Gurría, el director gerente de la Organización Mundial del Comercio, Pascal Lamy, la presidenta del FMI, Christine Lagarde y el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick.

 

La encargada de inaugurar el encuentro es la canciller alemana, Angela Merkel. Como ya es habitual, participan el primer ministro de Reino Unido, David Cameron, y los presidentes de Israel, Simón Peres, y Sudáfrica, Jacob Zuma. Por primera vez asisten a la cita los presidentes de Haití, Michel Martelly, y Sudán del Sur, Salva Kiir Mayardit.

 

 

México, protagonista

En lo que será la edición 42 del foro, México asiste como líder del G20, luego de que en noviembre pasado recibió la estafeta de Francia para liderar al Grupo de las 20 economías industrializadas y emergentes (G-20) en 2012.

 

En este marco, en colaboración con los organizadores del WEF, se realizarán en la ciudad alpina de Davos seis módulos de trabajo sobre desempleo, anticorrupción, desarrollo verde, seguridad alimentaria, innovación y comercio e inversiones.

 

En estos módulos de trabajo se espera que el presidente Felipe Calderón y secretarios del gobierno mexicano logren que los principales actores de la escena internacional establezcan compromisos en torno a estos temas fundamentales. La delegación de México estará integrada por la canciller Patricia Espinosa; el secretario de Economía, Bruno Ferrari; de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Francisco Mayorga, así como el titular de Hacienda, José Antonio Meade y el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens.

La comunidad artística también estará presente. La novelista Carmen Boullosa, el artista José Rivelino Moreno Valle, el arquitecto Enrique Norten y la chef Margarita Carrillo Arronte hablarán sobre la importancia del arte y la cultura como catalizadores de una transformación social.

Incluso, y de acuerdo con la oficina de prensa del foro, se prevé que asista el candidato a la presidencia por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Peña Nieto.

 

Nadie los invita, pero siempre llegan

 

El clima gélido, con temperaturas de varios grados bajos cero, no impide la concurrencia de los grupos de protesta. El movimiento “Occupy WEF” (Ocupemos el Foro Económico Mundial) ya confirmó su asistencia, al igual que lo hicieron figuras internacionales como el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, y el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick.

 

El grupo de protesta se prepara para hacer escuchar su mensaje contra los representantes del sistema político, económico y social mundial que acudirán a la exclusiva estación de esquí suiza.

Los organizadores del movimiento construyeron un enorme iglú en el centro de Davos y anunciaron que levantarán un campamento, con la finalidad de imitar el poblado de carpas erigidas frente a Wall Street en Nueva York y otras ciudades.

El movimiento “Occupy WEF” forma parte de la campaña mundial que se inició en Nueva York a finales de septiembre pasado para denunciar las desigualdades sociales y la desmedida ambición de los grupos financieros.

 

 

Los recuerdos de Davos

2010

Julio Frenk Mora (entonces secretario de Salud de México): “La comunidad mundial le debe mucho a México por la honestidad con que manejó la información (sobre la pandemia de la influenza)”.

 

Nicolás Sarkozy (presidente de Francia): “Todos sabemos lo que hubiera ocurrido sin la intervención estatal (frente a las crisis de 2009) para mantener la confianza y apoyar la actividad: todo se habría hundido”. “No es una cuestión de liberalismo, ni de socialismo, ni de derechas, ni de izquierdas, es una realidad”.

 

 

2011

Bono (vocalista de U2): “En África hay diez o doce afganistanes en potencia allí”, comentó ante los asistentes y advirtió sobre el peligro de “dejar a África en su estado actual, de pobreza, guerra y pandemias”.

 

Ángela Merkel (canciller alemana): “El euro es nuestra moneda, es mucho más que sólo una moneda, es la personificación de la Europa de hoy”.

 

 

Datos

El Foro Económico Mundial (WEF) vive de la aportación de las mil mayores empresas del mundo, cuya cifra de negocios media anual es de 5.000 millones de dólares.