GINEBRA. La directora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Margaret Chan, llamó a llevar a cabo una profunda reforma de la institución, afectada en tiempos de crisis, al presidir la apertura de la reunión especial del Consejo Ejecutivo.
 
Chan consideró necesaria una reforma de la OMS “en un momento en que las diferencias, dentro de los países y entre los países, en cuanto a esperanza de vida y en acceso a la sanidad y la salud son más grandes que nunca”.
 
El 25 por ciento del presupuesto de la agencia de las Naciones Unidas proviene de los Estados miembros y el otro 75 por ciento de las donaciones voluntarias, y ambas aportaciones se han visto muy afectadas en los últimos tres años a causa de la crisis.
 
De igual forma Chan exhortó a los Estados miembros a “dar forma al futuro de la OMS y a nuestra capacidad para mejorar la salud y reducir algo del sufrimiento existente en este mundo complejo e interdependiente”.
 
Chan consideró que ahora es responsabilidad de los Estados miembros adoptar decisiones con base en propuestas concretas elaboradas en el seno de la OMS, y pidió que este proceso se lleve a cabo de forma cuidadosa y abierta.
 
“Tenemos que hacer nuestro trabajo con los ojos y mentes abiertos a la realidad de una nueva era de austeridad financiera”, subrayó Chan y reconoció que “éste es un mundo marcado por una crisis global detrás de otra, en el que la salud de millones de personas pende de un hilo”.
 
En la sesión de apertura de los trabajos, que tendrán lugar hasta el próximo jueves, el embajador y representante permanente de México ante la Oficina de las Naciones Unidas y otros Organismos Internacionales, Juan José Gómez Camacho, dijo que su país está convencido de la necesidad de optimizar el trabajo de la OMS.
 
“Si bien la reciente crisis financiera mundial evidenció la conveniencia de la reforma, ésta debe revestir una visión de largo plazo y no de coyuntura”, argumentó Gómez Camacho.
 
Para que la reforma de la Organización sea exitosa debe reunir ciertas características, como que el proceso debe ser dirigido por los Estados, particularmente los países en desarrollo y los menos avanzados, señaló el embajador de México.
 
Asimismo agregó, “la reforma de la OMS debe ser incluyente, permitiendo las aportaciones de todos los actores para hacer frente a los retos emergentes. Debemos tender canales de comunicación y contacto permanente”.
 
México reiteró su apoyo al enfoque e iniciativa que Chan busca obtener al perfilar un paquete amplio de reforma. “No sólo los aspectos administrativos y financieros, sino sobre todo los de gobernabilidad, están a consideración. La transparencia y la rendición de cuentas cobran especial relevancia”, sostuvo.
 
En este sentido, “México también se pronuncia por una evaluación independiente, como una forma de medir eficazmente la actuación de la Organización. Evaluaciones estratégicas, cuyo número no asfixie la labor de la Organización, pueden ser una herramienta útil en esa dirección”, concluyó el diplomático mexicano.