Este jueves la secretaria de Estado de los Estados Unidos, Hillary Clinton, confirmó que su gobierno continúa en una postura que no aprueba el régimen instaurado por Fidel Castro y ahora dirigido por su hermano Raúl.

 

“Nuestra posición ha sido la misma durante más de cincuenta años. Creemos que Fidel Castro debe irse”, dijo Clinton en una audiencia ante el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes.

 

En suma a esto añadió  que “por desgracia, no parece que vaya a ir a ninguna parte”, haciendo referencia al papel que el comandante mantiene en vida política del país a pesar de haber dejado en el poder a su hermano a partir de 2006.

 

Así fue como respondió la secretaria de Estado al argumento de la presidenta del comité, la republicana de origen cubano Ileana Ros-Lehtinen, pues está argumentaba que el gobierno de Washington mantiene un “doble rasero” en su manera de manejar la política hacia Cuba, pues no aplica el mismo mensaje que enviaron a Muamar el Gadafi al declarar que debía abandonar el poder en Libia.

 

Clinton refutó que exista, en efecto, un doble rasero, pero reconoció que sí hay un “necesario doble enfoque”, que se traduce en la asistencia humanitaria y en medidas como la relajación de las restricciones de viaje y de envío de remesas.

 

“Queremos democracia para Cuba, pero también queremos llevar ayuda a la gente que pide cambio”, indicó. Sin embargo,  Estados Unidos y Cuba no tienen relaciones diplomáticas desde hace casi ya medio siglo, cuando Washington instituyó en febrero de 1962 una confiscación total contra la isla bajo el gobierno comunista en el que se encontraban.(Agencias)