El plan de la Secretaría de la Defensa Nacional de solicitar a Hacienda 20 mil 817 millones de pesos para impulsar la nueva línea Mexicana, “es un alto riesgo para las finanzas públicas”, advirtió Pablo Casas Liás, director del Instituto Nacional de Investigaciones Jurídico Aeronáuticas (Inija). 

Afirmó que el Ejército no explica en el documento de petición de recursos el costo de los aviones, las necesidades de personal, gastos de operación y todo aquello que implica requerir esa cantidad, aunado a lo dicho anteriormente, “seguramente estos recursos irán a otro proyecto o se perderán impunemente en el camino”. 

 

La Sedena proyectó un presupuesto para la adquisición de aeronaves, así como equipo de apoyo en tierra y herramientas necesarias para impulsar la nueva línea aérea del Estado. 

 

Casas Liás alertó que la asignación de la concesión que se le otorgó a la línea aérea y las facultades legales que se le dieron a Sedena, se encuentran en revisión ante la Suprema Corte y pueden ser declaradas inconstitucionales, “mismo destino tuvo la reforma electoral y el llamado plan B”. 

 

De frenar la concesión en la Corte se perderán los 800 millones de pesos que se pagó por el nombre de la empresa para indemnizar a los extrabajadores y los más de 8 mil millones que se le asignaron durante 2024. 

 

Para el director del Inija, se está actuando ilegalmente desde el Gobierno cuando la Secretaría de Infraestructura Comunicaciones y Transportes (SICT), asignó permisos a la línea aérea sin acreditar capacidad financiera, “por lo que no hay solvencia económica y disponibilidad de recursos”. 

 

Esto pone en riesgo de nuevo al sector con la posibilidad de una degradación después de que no existe el Certificado de Explotador de Servicios Aéreos AOC ( Air Operators Certificate). 

 

El experto en aviación, destacó que la cantidad solicitada no estaría bien proyectada para la compra de 10 aviones como se menciona, porque, por ejemplo, un AirBus A320 cuesta por lo menos 100 millones de dólares, un Boeing 737 cerca de 120 millones de dólares y el Embraer más económico por lo menos 55 millones de dólares. 

 

Para Fernando Gómez Suárez, experto en temas de la industria aérea, no se puede saber si es viable el presupuesto de 20 mil millones de pesos que está pidiendo la Sedena, porque no se conoce el tipo de flota y esquema financiero que están prospectando. 

 

Agregó que ni Mexicana ni la Defensa explican si tienen planeado comprarlos (los nuevos aviones) rentarlos o cómo sería la operación. 

 

Para saber la viabilidad del proyecto se debe conocer públicamente que tipo de flota y el esquema financiero que planean usar. 

 

“No dicen si los compran o los rentan o es por vía leasing (un esquema de arrendamiento) como hacen la mayoría de las firmas aéreas en el mundo”. Añadió que no se entiende que pueda ser viable aún, porque incluso recordó que Mexicana nació con el fin de ofrecer tarifas hasta 20% más baratas, “hay que ver qué están planeando hacer”. 

 

En tanto, Jesús Navarro, presidente del Colegio de Ingenieros en Aeronáutica, comentó que Mexicana es una empresa pública que opera con el dinero de todos los ciudadanos, y no puede ser que aviones de 180 asientos los estén volando con apenas 60 ocupantes, “se está perdiendo dinero, cuando reciban más aviones perderán más recursos”. 

 

Destacó que la manera como la echaron a volar: sin planeación, ni análisis, sin metas financieras, “estamos tirando el dinero a la basura”, finalizó.