Hay un grupo, no poco nutrido, de opinólogos, los de esa tierra comentocrática que va del centrismo marrullero –ya saben: la equidistancia– al obradorismo con una capita de barniz crítico de vez en cuando pa’ que no se note, o sea el obradorismo también marrullero, que lleva casi seis años con el mismo rollo. Mesa de debates, cara de ironía sobrada y enseguida algo como: “No somos Venezuela, ¿eh? No se han hecho expropiaciones, no se ha reprimido a la oposición, sigue habiendo elecciones libres y división de poderes”.

Hay que decir, aquí sin ironías, que en efecto estamos lejos de Venezuela. También hay que decir, sin embargo, que los últimos días son los peores para hacer esta afirmación de manera categórica, por al menos tres razones. La primera es que, manifiestamente arropado por Morena, y todos sabemos lo que eso significa en términos de quién da las órdenes, Arturo Zaldívar, sujeto de una investigación por parte de la Suprema Corte, pretende encabezar un juicio político contra la presidenta de este organismo, Norma Piña.

Es decir, Morena, a pocas semanas de las elecciones, intenta descabezar al Poder Judicial, que, sabemos, ha frenado muchas de las iniciativas del chairismo, lo que significa: del Presidente, líder absoluto de los corazoncitos de izquierda en este país.

Si el intento de cuartelazo legal contra la Corte nos parece poco, recordemos que, al mismo tiempo, anunció el Movimiento de Regeneración que va a proceder penalmente contra Xóchitl Gálvez. Como lo oyen. Esos custodios de la democracia popular, al tiempo que a la presidenta de la Corte, pretenden poner entre rejas a la candidata más fuerte de la oposición –a la que, dicho sea de paso, la aspirante del oficialismo, dice el oficialismo, le lleva 716 mil puntos de ventaja según las encuestas más rigurosas y confiables-.

En otras palabras, lo de que no reprimen a la oposición y lo de que todo tranqui con la división de poderes está como que parpadeando a últimas fechas. Bueno, pues súmenle que ahora pretenden embolsarse las Afores, porque han tirado dinero como ningún Gobierno, se acabaron los fideicomisos (los que no están en manos del Ejército, sobra decir) y urge otra lanita, porque ni modo que el Tercer Presidente Más Popular del Mundo cierre su administración con austeridad republicana. No sé si esto califique de expropiación, pero no jodas que se le parece.

Así pues, pregunta fraterna para el sector marrullero, ¿de parecernos, a quién nos estaríamos pareciendo más: a Venezuela o a Dinamarca?

 

       @juliopatan09