Algunos las llaman benditas, pero otros consideran que las redes sociales son míseras a grado tal que pueden destruir a una persona, empresa, gobierno o ideología y ni hablar de las campañas políticas, dejando de lado lo más importante: las propuestas.

En el contexto de la contienda presidencial, las redes sociales se han vuelto indispensables para los ataques entre contrincantes, la inmediatez de un video o de un audio, incluso sacado de contexto, puede esparcirse como un reguero de pólvora ocasionando que el resto del mensaje, el que nos debe importar a los ciudadanos para decidir por quién votar, quede olvidado.

En el actual proceso electoral hemos visto como una frase mal dicha, una caída, un tropezón, una señal o una mala cara son magnificados ya sea para apoyar o desacreditar a una persona.

En este contexto, ninguna de las candidatas a la Presidencia de la República ni el candidato se han salvado de haber sido ridiculizados en las redes sociales, más aún, estas frases mal dichas o actitudes desafortunadas, los han marcado.

Como el tropiezo que en su primer discurso como candidata tuvo la morenista Claudia Sheinbaum al decir que su proyecto representaba la continuación de la corrupción, cuando en realidad lo que quería decir era que su proyecto garantiza que “siga la transformación”.

O bien, el anuncio oficial de la candidatura del emecista Jorge Álvarez, quien se encontraba tomando cerveza en la casa del gobernador de Nuevo León, Samuel García, con una vista privilegiada.

Esta semana le tocó a la abanderada de Fuerza y Corazón por México, Xóchitl Gálvez quien fraseó de tal forma su crítica a Claudia Sheinbaum por no tener casa propia a los 60 años, que el video, descontextualizado, le ocasionó severas críticas.

La manera vertiginosa en que una publicación se comparte en las redes sociales ha dejado de lado el mensaje de fondo y las propuestas de los candidatos.

Las contiendas electorales ya cambiaron y ahora no sólo hay que salir a pedir el voto a la calle o convencer a través de los medios tradicionales, ahora hay que conquistar las redes sociales y a sus distintos usuarios.

Ahora tiene más vistas un video que sirva para la crítica que un debate; un video de morbo que la propuesta; un mensaje de escarnio que uno de unidad.

Estos lapsus que han tenido los candidatos se convierten en dinamita cuando se suman a la desinformación, a las noticias falsas y también a la inteligencia artificial.

Estamos a la mitad de la campaña presidencial y la guerra sucia puede seguir escalando, aunque no se entiende que esta venga de la Cuarta Transformación, que asegura tener una ventaja 3 a 1 contra la candidata de oposición, o será que esto también forma parte de las cifras falsas.

 

Y en Pregunta Sin Ofensa:

Ante el incremento de ataques armados contra Israel, debe México tener una postura firme a favor de algún país, o debe mantener una posición imparcial.

 

       @aguilarkarina