Quizá el nombre de María sea uno de los más utilizados en Iztapalapa, pero el de la Virgen resulta el más venerado y eso lo sabe Michelle Galicia quien encarnará este personaje en el Viacrucis, donde el principal punto de esta universitaria  será conjugar y transmitir es “el dolor de una madre por el sufrimiento de su hijo”.  

La misión no será fácil, ya que esta mujer de apenas 22 años de edad quien personificará a la Virgen María en la 181 representación del Viacrucis de Iztapalapa, no tiene hijos pero conectará el sentimiento que obtenga de otras mujeres y su propia madre de quienes tomará sus consejos.

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La joven de 22 años que encarnará a la madre de Jesús explicó entrevista a 24 HORAS que tras cuatro años de persistencia buscando representar a María su oportunidad por fin llegó al ser seleccionada de entre 15 aspirantes; sin embargo, reconoció que “es un constante limbo estar representando el papel de la Virgen María”, esto a causa de que nunca ha sido madre, por lo que recurre el apoyo de vivencias personales.

“Es tratar de conectarme con el sentimiento de mi madre para poder transmitirlo a las personas, el hecho de estar en constante sufrimiento por Jesús en los pasajes bíblicos de la representación es algo que es un gran reto para mí”, aseguró la joven originaria del Barrio San Lucas.

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La joven quien viste un vestido negro y se prepara para reparar sus líneas recalcó: “El papel de la Virgen María representa ese dolor de madre al perder a su hijo, es como que un dolor muy central que parte dentro de la representación”.

Su familia, explicó, externó, se mostró sorprendida al momento de saberse ella designada para interpretar a María, pues relató que implicó “mucha emotividad” porque su tía encarnó al mismo personaje 16 años atrás, por lo reconoció el apoyo que ha recibido por parte de ellos, el cual será incondicional.

Michelle Galicia dijo que por parte de sus padres siempre ha recibido una buena educación, con valores quien le inculcó el respeto por la religión católica y todo lo que debieron pasar con la muerte de Jesucristo. 

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Para alcanzar un desarrollo óptimo del papel, explicó Michelle que trabaja arduamente en los ensayos qué se realizan sábados y domingos, así como en una preparación espiritual propia.

“La preparación es tanto física como espiritual, física en el sentido de que te tienes que adaptar al calor, el clima de la semana santa es un calor muy intenso, entonces te tienes que adaptar físicamente para soportar todo el peso de la ropa que llevas, generalmente son terciopelo lo que utilizamos como mantos”, detalló.

En cuanto a la parte espiritual subrayó que los días previos a la Semana Santa se colocan en el tiempo de Cuaresma, un periodo de reflexión y conversión, el cual utilizan para pensar en sus actos y llevar una mejor representación.

Además, explicó Michelle, cuando no asiste a clases en la Universidad Autónoma Metropolitana en el plantel de Iztapalapa, se dedica a ensayar por su cuenta para hacer una autocrítica, así como investigar el contexto de la vida en la época en que vivió Jesús para de esta manera comprender mejor su responsabilidad.