Por donde se vea es una pésima idea del equipo de Xóchitl Gálvez hacer una “contramañanera’’ para controvertir los dichos del presidente López Obrador.

 

Hace unos meses, lo intentó la hoy senadora Kenia López Rabadán sin éxito.

 

Aunque, efectivamente, todo lo que dice el Presidente se puede rebatir, debatir o desmentir, no tendría que ser la propia candidata presidencial opositora quien tuviera que hacer esa tarea.

 

Hasta ahora, la hidalguense ha utilizado buena parte de su precampaña reaccionando a los dichos de López Obrador, en un ejercicio que primero causó simpatía, pero que en estos momentos ya no es suficiente para atraer electores.

 

Muchos temas tiene Gálvez para hacer campaña y para rebatir el mundo de caramelo que López Obrador y sus propagandistas presentan cada mañana a los mexicanos.

 

Tan solo dos, inseguridad y salud, serían suficientes para fundamentar su campaña.

 

Las matanzas siguen ocurriendo, el avance de la delincuencia organizada no tiene parangón en la historia del país, las instituciones de seguridad social están en una crisis de abasto de medicamentos e insuficiencia de servicios, como no se había visto.

 

Por eso la candidata de oposición no tendría que perder el tiempo ofreciendo una contramañanera; si la quiere hacer, no tendría que ser ella la responsable de ese espacio.

 

Se supone que para eso tiene contratados a especialistas en medios; sus estrategas deberán ayudarla y no embarcarla en una aventura destinada al naufragio.

 

Concentrarse en las propuestas, en el contraste de datos, en la investigación del daño causado a las instituciones del país, en la propuesta de reconstrucción, en lugar de solo responder a la bravuconadas, insultos u ocurrencias presidenciales le daría mejores resultados.

 

Faltan poco más de 4 meses para las elecciones y ya no se puede estar experimentando o perdiendo el tiempo en otras ocurrencias.

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Tal parece que el coordinador de la campaña de Jorge Álvarez Máynez, candidato presidencial del MC, es el gobernador de Nuevo León, Samuel García.

 

En cuanto el gobernador fosfo-fosfo dijo que para acabar con la contaminación en Monterrey y su zona metropolitana sería cerrar la refinería de Cadereyta, el candidato dijo que claro que sí, que porque no, que era la neta.

 

Álvarez Máynez está tan fuera de personaje que le urge quien le haga los discursos, le prepare las notas y le marque el rumbo para que no tenga que esperar a reaccionar lo que le diga su compadre y destapador.

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Alejandro Rojas Díaz Durán “renunció’’ a su militancia a Morena, cuando el propio partido ya lo había renunciado desde hace meses.

 

De hecho, el regreso de Ricardo Monreal al senado tuvo mucho que ver con las posiciones antimorenistas que Rojas adoptó en su breve estancia como senador del propio Monreal.

La petición de que el zacatecano volviera para quitarse de encima a Rojas fue de la propia Claudia Sheinbaum.

 

Así que Monreal operará desde el Senado el encargo de coordinador político de la campaña de Sheinbaum, en una parte del país, y por otra parte se encargará de que los senadores morenistas no se salgan del redil.

 

¿Qué le puede sumar Rojas a la oposición?

 

A lo mejor un voto en contra de Morena, porque no tiene ni grupo que lo apoye ni información que pueda aportarle a la oposición para capitalizarla en contra de su expartido.

 

Una bola de humo, pues.

 

    @adriantrejo