Qué se debe conservar del clásico de 2004, y qué debe cambiar en esta musical adaptación.

 

Sí, yo también considero a Chicas Pesadas, la comedia que se estrenó el 30 de abril 2004, protagonizada por Lindsay Lohan, muy fetch. La también conocida como Mean Girls, escrita por la guionista y actriz Tina Fey, y basada en el libro Queen Bees and Wannabes, es “la Biblia para lxs millennials”, como mencionan en la revista Complex. Nos habla sobre Cady Heron (Lindsay  Lohan), una chica cuya primera experiencia escolar en la prepa, luego de ser educada toda su vida en África por sus padres, es salvaje. Revolucionaria para su época, toca temas feministas, es una genial alegoría a las dictaduras y es muy graciosa.

Tal éxito la llevó a obtener 129 millones de dólares con solo 14 de presupuesto. Aquello motivó a Fey y a su equipo a realizar un musical basado en la cinta, en 2017. Ahora, una adaptación cinematográfica de ese musical, la cual promete ser “un giro fresco” del clásico de 2004, se estrena en cines.

Sin embargo, como detalla el brillante artículo de The Tab, conservar la película de 2004 tal y como se creó sería un completo error. “Básicamente, Mean Girls es tan 2004 como parece—aunque tenga un buen mensaje feminista por detrás. Pero ese era el feminismo de 2004… el feminismo blanco de 2004”. 20 años después, es inevitable ver cómo el largometraje también propiciaba ciertos estereotipos y discursos negativos. Fuera de excusarlos por ser también una sátira de la cruel experiencia escolar y el bullying, es importante observarlos con un ojo crítico.

Si Tina tiene la oportunidad de volver a contar esta historia para nuevas audiencias, será clave ver qué hace para modificar estos tres puntos (Pequeños spoilers de la versión original de Mean Girls a continuación. Si no quieren saber nada, no lean la siguiente):
El primero es la escena donde se describen las diferentes mesas de la cafetería, porque promueve imágenes negativas de la comunidad asiática, de la raza negra y de otros grupos vulnerables.
El siguiente punto es cómo atacan a Regina George, haciéndola engordar. Las plásticas de Mean Girls basan su estatus en cuerpos delgados, en donde subir de peso, aunque sea un poco, es señal de debilidad. En la actualidad, estamos cambiando el discurso gordofóbico. Por tanto, será importante atacarla con algo que no promueva desórdenes alimenticios.
Por último, está la razón por la cual Janis Ian es odiada en la escuela. En la película, se le hace burla a este personaje por rumores de que es lesbiana, demostrando la homofobia e ignorancia no solo de Regina, sino de todo mundo, por tener una preferencia sexual distinta a la heterosexual.
Por un lado, es importante recordar que es una comedia, donde mucha de esta representación es una hipérbole de cómo las personas se minimizan y juzgan en secundaria y preparatoria.

¿Pero qué tipo de ataques hacen sentido con la generación Z? ¿Qué adaptaciones se puede hacer para conversar el mensaje de la original desde una mirada contemporánea sin perder la esencia de su material original? Eso está por verse.

 

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