Beyoncé sigue los pasos de Taylor Swift y da acceso a su más reciente gira, pero con claves diferencias.

Tuve la oportunidad de atender uno de los mejores conciertos del año. Uno en donde hubieron múltiples cambios de vestuario, videos de alta producción y una mujer muy talentosa como protagonista.

No, no estoy hablando de Taylor Swift y el Eras Tour (de ese ya platicamos), si no de la OTRA gigante del pop que también ha tenido una gira espectacular y que, siguiendo la idea de Taylor de tener una proyección cinematográfica de una de sus presentaciones, la cantante y bailarina de 42 años presenta Renaissance: a film by Beyoncé en cines esta semana.

Sin embargo, hay una diferencia clave entre ambas presentaciones. El de Taylor es solo una proyección de alta calidad de su Eras Tour, en donde ella interpreta canciones de cada “era musical” durante su carrera, cambiando los vestuarios, escenografía y estética acorde al álbum interpretado. El de Beyoncé, dirigido, escrito y producido por ella, no solo te lleva a sus conciertos alrededor del mundo, si no también revela material inédito detrás de cámaras de cómo se creó el disco y el show, cuyo eje central es el más reciente proyecto de la cantante.

Renaissance es una oda a la música house y a la cultura gay, inspirado en la vida de “Uncle Johnny”, quien introdujo el género musical a ella. Este es el séptimo disco de Beyoncé, cuyo estreno fue el 29 de julio de 2022. A partir de ahí surgió una gira por Europa y Estados Unidos, con toque cibernético y con una narrativa para respetar no solo el orden de las canciones del disco original, cada una con una versión exclusiva en vivo, si no también con un mensaje más grande en puerta. Eso hace a la experiencia del concierto y de la película como únicas.

No se trata de desprestigiar al de Taylor, cuyo lanzamiento de la cinta ha recaudado alrededor de 250 millones de dólares a nivel mundial desde su estreno el 13 de octubre de este año, si no de celebrar las diferencias entre ambos proyectos.

Mientras uno inspiró a que millones de fans disfrutaran del concierto pese a no conseguir entradas, el otro también enaltece la humanidad de Beyoncé, además de darnos un vistazo detrás de la cortina, dándole un aire de documental además de concierto. En estas épocas navideñas, donde nos puede empalagar o doler el mensaje de unidad y amor, es bueno tener alternativas para vitorear, cantar y bailar dentro de las salas como esta experiencia, sobre todo una donde se celebra a la mujer, a la raza negra y a la comunidad queer.

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