¿Alguien ha visto por ahí al dueño del MC, Dante Delgado? ¿No?

La ausencia del líder del MC resulta sospechosa, no sólo porque parece que es el único que puede llamar al orden a Samuel García sino porque ni siquiera se ha aparecido para defender a su eventual candidato a la presidencia de la República.

¿O será, como dicen los malpensados, que está dejando que Samuel se ahorque con sus propios errores para que él surja como el candidato presidencial emergente?

Sea como sea, Dante ha preferido guardar silencio justo cuando la oposición le está cobrando, con intereses, todas las afrentas que ha recibido del gobernador de Nuevo León, que ha hecho de su solicitud de licencia por seis meses un vodevil que tiene al estado a punto de una crisis de gobernabilidad.

Tan desaseado ha sido el proceso de licencia, que ayer mismo el INE ordenó bajar los spots de campaña de Samuel García porque, en términos legales, sigue siendo gobernador hasta el último minuto de hoy viernes.

Claro, eso si no decide dar marcha atrás para evitar que el gobernador interino, Luis Enrique Orozco Suárez, designado por el Congreso local, asuma el cargo para el que fue legalmente designado.

Ayer, por instrucciones del propio García, la oficialía mayor (o de partes) del gobierno estatal se negó a recibir la notificación oficial enviada por el Congreso en la que se daba cuenta de la designación del gobernador interino.

La notificación fue pegada en la puerta del palacio de gobierno, con lo que se cumplió el trámite de notificación, pero ello también será tema de controversia.

Lo que está por verse en las últimas horas de hoy, es si el pretendido candidato presidencial se atreve a utilizar la fuerza pública, como amenazó, para impedir que Orozco Suárez, tome posesión física de la oficina del gobernador.

Entonces desataría una crisis política y de gobernabilidad de la que sería legalmente responsable.

Y mientras arde Nuevo León, Dante toca el arpa.

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Luis Donaldo Colosio Riojas, alcalde de Monterrey, sugirió que, si no hay acuerdo entre los partidos sobre el gobernador interino, entonces que sea el Senado el encargado de designarlo.

La propuesta, bien intencionada, no tiene ningún sustento jurídico pues el gobernador interino ya fue designado conforme a la constitución local y el Senado tendría que declarar la desaparición de Poderes, designar a un sustituto que tendría que convocar a elecciones.

No hay, por tanto, espacio para que el Senado intervenga en las decisiones del Congreso de un estado libre y soberano.

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El gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, compró un pleito con Claudia Sheinbaum, que más temprano que tarde le costará carísimo en términos políticos.

Y todo por culpa de su compadre y presidente de Morena en el estado, Juan Pablo Celis, quien corrió de la sede del partido en Morelia al enviado de la candidata presidencial, Diego Hernández, quien fue a notificar que los procesos de selección de los candidatos a puestos de elección popular en los estados, se concentrará en el centro del país.

Hernández fue corrido de la peor forma de la sede morenista en el estado y le reportó a Sheinbaum que hasta fue amenazado.

Y todo porque el gobernador quiere que sus allegados, Carlos Torres Piña y Giuliana Bugarini encabecen la fórmula para el Senado.

Peeero, Sheinbaum ve con buenos ojos la fórmula conformada por Raúl Morón Orozco, que fue impedido por el INE para competir por la gubernatura, y la alcaldesa con licencia del puerto de Lázaro Cárdenas, María Itzé Camacho.

 

      @adriantrejo