La propuesta de reforma del Estado del hoy presidente electo argentino Javier Milei tiene un enfoque audaz en materia de seguridad: reprimir el delito.

Para el próximo presidente argentino, “la seguridad ha caído en un deterioro constante desde hace décadas, fundamentalmente (por las siguientes) razones: primero, por una cultura abolicionista dentro del ámbito de la política y la justicia que considera que los delincuentes son víctimas y que las víctimas son victimarios”.

Este zaffaronismo (Zaffaroni es el autor de la tesis que victimiza a los delincuentes) ha impregnado en todas las instituciones de justicia y seguridad del país y ha permitido que las fuerzas de seguridad vayan perdiendo su función esencial: reprimir el delito. Acá no debe haber medias tintas. La función de las fuerzas de seguridad, y del Estado incluso, es reprimir el delito para proteger la vida, la propiedad y la libertad de los individuos”.

El endurecimiento de la estrategia de seguridad que viene con Milei se define en su “nueva doctrina de seguridad basada en el principio de que el que las hace las paga”. Para ello, reformará las tres leyes clave: seguridad interior, defensa nacional e inteligencia, incorporará al sector privado al sistema penitenciario, le dará prioridad a la lucha contra el narcotráfico, reactivará el Consejo de Seguridad interior y detendrá la ocupación de tierras en todo el territorio nacional.

Y en materia de relaciones exteriores, Milei terminará con la politización del sector diplomático: depuración en la cancillería de todo el personal puesto “a dedo” y su sustitución por personal de carrera y desalentará el uso de embajadas como destinos de ocio para políticos.

El punto de partida del programa de Gobierno de Milei ha entusiasmado a los sectores conservadores del mundo: “El Estado argentino es la principal causa del empobrecimiento de los argentinos, por su tamaño elefantiásico y por la maraña de regulaciones que se desprenden de cada una de las oficinas estatales”.

En este sentido, la reforma del Estado con Milei reducirá el papel protagónico del aparato público y evitará que se entrometa “en cada aspecto de la vida de los individuos (ni para bien ni para mal). La función del Estado es proteger los derechos fundamentales de la vida, la libertad y la propiedad de los individuos”.

Zona Zero

  • El proyecto de Milei va a sacudir a los gobiernos populistas de América Latina y el Caribe.

 

(*) Centro de Estudios Económicos, Políticos y de Seguridad.

seguridadydefensamx@gmail.com

www.seguridadydefensa.mx

@carlosramirezh