Si el problema de las drogas en Estados Unidos se resume a la disponibilidad y consumo de estupefacientes casi sin limitaciones, entonces los resultados del segundo Diálogo de Alto Nivel sobre seguridad entre los dos países volvieron a eludir el tema central: la demanda de drogas en EU permite la existencia de los cárteles del narcotráfico.

En los 22 puntos de la declaración conjunta dada a conocer el pasado viernes 13 de octubre, no existe ningún compromiso estadounidense para combatir de manera frontal el contrabando, la distribución, la venta al menudeo y el consumo de drogas dentro de su territorio.

Entre esas conclusiones pudieran destacar muy pocas, aunque incompletas:

  • Ampliar modelos de prevención del crimen, incluyendo justicia cívica y policía comunitaria.
  • Continuar el plan conjunto para combatir la producción y el tráfico de drogas sintéticas.
  • Desarrollar y lanzar un plan de trabajo para implementar innovaciones en los puntos de entrada para una frontera más integrada.
  • Desmantelar redes del tráfico de armas y drogas.
  • Mejorar la seguridad de los puertos marítimos a través de grupos bilaterales, para combatir el tráfico de drogas, la migración y el contrabando de armas de destrucción masiva. Para ello se deja entrever un posible arreglo bilateral de aplicación marítima.

De nueva cuenta, los Diálogos de Alto Nivel sobre seguridad entre las dos naciones eluden el problema central en tres puntos concretos: el contrabando de drogas de México a EU que sólo puede existir por la corrupción de autoridades estadounidenses; el control de la venta al menudeo en los 50 estados americanos por parte de nueve cárteles mexicanos identificados a plenitud por la DEA y criminalizar el consumo para evitar el libre flujo de estupefacientes.

Pero Estados Unidos sólo quiere culpar a México de un problema de drogas que es propio de EU.

Zona Zero

  • La guerra Israel-Hamás responde a una lógica local que se mueve en el contexto de los intereses geopolíticos y de seguridad nacional de Estados Unidos y su espacio natural de resolución sólo se encuentra en el Consejo de Seguridad de la ONU. En este contexto, se perciben dos combatientes como impulsos guerreristas propios de sus contradicciones. Por eso, la política exterior de México ha hecho bien en hacerse a un lado, realizar llamados a la paz y esperar que EU e Israel resuelvan el problema palestino.

 

(*) Centro de Estudios Económicos, Políticos y de Seguridad.

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