Incluso en los años que han sido relativamente tranquilos, esta época del otoño suele presentar más volatilidad en los mercados y algunas alteraciones que habitualmente el verano no muestra.

Por ejemplo, como el hemisferio norte se tiene que preparar para el invierno hay una presión natural en los precios de los combustibles.

Muchas empresas y gobiernos preparan sus cierres de ciclo del año fiscal y eso también genera movimientos que no se ven en otras épocas del año.

La volatilidad de octubre también se nutre de las leyendas urbanas que marcan al décimo mes del año como aquel donde han iniciado dos de las peores crisis en los Estados Unidos. La Gran Depresión de 1929 y el derrumbe de los mercados de 1987.

La Gran Recesión del 2008 inició en septiembre de ese año, pero tuvo algunos de sus peores episodios durante el décimo mes de aquel ya lejano año.

En fin, que en este octubre del 2023 no podríamos esperar otro escenario. Solo que hay que identificar cuáles pueden ser los detonantes que hagan de los mercados el centro de atención de la fiesta de brujas.

En el centro de las miradas está esa relación entre los índices inflacionarios y la reacción que tengan los bancos centrales. Vamos, básicamente en cuánto se podría ubicar el Índice de Precios al Consumidor de septiembre en los Estados Unidos y qué hará o qué tiene que decir el Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal (Fed) el próximo uno de noviembre.

Así que durante todo este mes dominará la especulación en torno al camino que habrá de tomar la Fed.

Por lo demás, con las economías de México y Estados Unidos velando armas para el 2024 electoral, los analistas anticipan un cierre de año relativamente estable en materia macroeconómica.

Los analistas que habitualmente consulta el Banco de México han incluso mejorado sustancialmente su pronóstico de crecimiento del Producto Interno Bruto para este 2023. Desde el 0.98% de expectativa de crecimiento para este año que mostraron en la primera encuesta publicada este año, hasta el 3.20% que ya reportan como expectativa en la encuesta publicada ayer, hay un mundo de diferencia.

Donde no hay tanto optimismo es en la desinflación, los expertos esperan que este año acabe con una inflación general anualizada del 4.66% que no mejoraría mucho durante el 2024, por lo que creen que el Banco de México logrará influir para alcanzar su meta del 3% de inflación hasta el 2025.

Lo que ha empeorado notablemente con el paso del año es la expectativa de los expertos de que el gobierno sea más parte del problema que de la solución.

El apartado llamado Gobernanza en la encuesta del Banco de México, que incluye temas de inseguridad, problemas políticos, falta de Estado de derecho, corrupción e impunidad, hoy implica más de la mitad de las respuestas negativas sobre los factores que entorpecerán el crecimiento futuro del país.

Así que empezamos octubre, el mes de las turbulencias financieras, con un mejor panorama de crecimiento económico, pero con la visión de un gobierno que no está del lado de las soluciones sino básicamente del lado donde se generan los problemas.

 

     @campossuarez