Foto: Cuartoscuro / archivo / "Tenemos diferencias. Ellos insisten en que el Ejército no está cooperando, que quiere que no se sepan los hechos, yo no estoy de acuerdo con eso", dijo el mandatario  

En el noveno aniversario de la desaparición de los 43 de Ayotzinapa, el presidente López Obrador entró en confrontación con los padres de los normalistas, al rechazar sus dichos sobre que falta información sobre el caso, mientras que aquellos acusaron que el informe que presentó el Gobierno sobre la investigación “es pura paja”.

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Previo a la marcha de ayer por el aniversario de los hechos de Iguala, Guerrero, apenas unos minutos después de la reunión que mantuvo el mandatario con los padres la noche del lunes, camiones con vallas metálicas arribaron al Zócalo y de inmediato comenzó a amurallarse el Palacio Nacional.

Lejos quedó aquél Andrés Manuel López Obrador que en 2012, cuando era candidato presidencial por segunda ocasión, decía: “Siempre he dicho que el que no tiene, el que lucha por la justicia no tiene nada que temer. Lo demás es muchas veces faramalla, hacerse importante; y además, pues no está acostumbrado, Peña Nieto tiene que meter vallas, porque no está acostumbrado a la comunicación directa, con la gente”.

Ayer, en su conferencia Mañanera, el mandatario rechazó los dichos del representante de los padres, Vidulfo Rosales, de que la versión de lo ocurrido de su Gobierno está cerca de la llamada Verdad Histórica y aseguró que varios documentos se darían a conocer al público, lo cual ocurrió por la tarde.

El Presidente explicó que dichos documentos se alejan “de la llamada ‘verdad histórica’. Que es lo que dijo el abogado, que lo que está aquí en la relatoría es muy cercana a la versión de la ‘verdad histórica’. Entonces ustedes van a leer la ‘verdad histórica’, seguramente está, y van a conocer la relatoría que nosotros presentamos ayer

“El abogado salió a decir, desde luego respeto su punto de vista, no lo comparto, que lo que se le dijo aquí fue algo muy similar a la llamada Verdad histórica, creo que exageró o se confundió porque nosotros tenemos principios, tenemos ideales y hablamos con la verdad”, dijo.

Pero además, procedió a defender al Ejército, pese a que en el informe que publicaría por la tarde su Gobierno, se señalaría cierto grado de participación en la desaparición de los jóvenes.

“Tenemos diferencias. Ellos insisten en que el Ejército no está cooperando, que quiere que no se sepan los hechos, yo no estoy de acuerdo con eso”, dijo el mandatario.

“No es nada más fue el Estado y fue el Ejército y ya. No, vamos a conocer la verdad, lo que sucedió. Yo no voy a mentir ni vamos a fabricar algo que no sea cierto y vamos a actuar con rectitud”, sentenció.

Pero el momento de hablar y de la negociación terminó, y cuando llegaron las 16:00 horas, el Ángel de la Independencia contempló una vez más la concentración de quienes a nueve años de la desaparición de sus hijos, de sus hermanos, de sus amigos y compañeros, no han encontrado la justicia.

La movilización arrancó por Paseo de la Reforma como una marea de coraje e indignación que se traducía por momentos en la pinta de monumentos y paredes conforme avanzaba el gentío hacia el Zócalo capitalino.

En la nutrida marcha participaron estudiantes de distintas normales rurales del país, cuyos gritos se alzaban hacia el cielo: “Nunca se olvidará el color de la sangre”, “vivos se los llevaron, vivos los queremos”, “¡presentación con vida y castigo a los culpables!”.

A su avance por Reforma, luego por avenida Juárez y al final, en el Zócalo, el contingente se fue nutriendo con la suma de sindicalistas, estudiantes universitarios y ciudadanos inconformes con los nueve años sin la justicia prometida por el Presidente.

Aunque algunos jóvenes encapuchados realizaron actos vandálicos, como fue la destrucción del mobiliario de un restaurante en la esquina de Reforma y Avenida Juárez, la tónica de la marcha fue la calma.

De tal manera que una vez comenzado el mitin en el Zócalo, luego de que se lanzaran dos petardos contra el recinto amurallado en que se convirtió el Palacio Nacional, bastó con que uno de los familiares llamara al orden para apagar la chispa de violencia.

“Estamos enojados, y vamos a seguir siendo necios”, dijo Hilda Hernández, madre de uno de los 43, mientras al borde del llanto daba el primer mensaje de la tarde, uno simbólico, de que el Zócalo y las calles no le pertenecen solo al Presidente.

Apoyada en un bastón debido a su mal estado de salud, le respondió al Presidente que ella y los otros padres de los estudiantes continuarán siendo necios, porque si hay alguien que sabe cuál fue el paradero de sus hijos desde 2014, es el Ejército.

Despliegan a 300 elementos
Intensifican búsqueda de jóvenes en Zacatecas

La Vocería de la Mesa Estatal de Construcción de Paz de Zacatecas informó que se desplegó un operativo con 300 elementos de corporaciones de seguridad estatal y federal para buscar a los siete jóvenes desaparecidos en Zacatecas.

La autoridad añadió que como resultado del operativo (realizado en Malpaso, Quemada, Villanueva y Tabasco) se localizó el vehículo en el cual sicarios secuestraron a los jóvenes -algunos de ellos menores de edad-.

“El operativo arrojó la localización del vehículo en que los jóvenes fueron privados de la libertad”, se lee en el comunicado de la vocería de seguridad estatal.

“Continuará la búsqueda de los siete jóvenes hasta que estén de nuevo con sus familias”, finalizó la vocería.

LEG