Apple iPhone 15 Pro Máx.
 

Respetando las tradiciones no escritas, cada que Apple anuncia un nuevo producto: sus antecesores bajan de precio. A propósito de ello, al mismo tiempo que mostraban el nuevo iPhone 15 Pro Max, sacaban del camino a sus modelos más antiguos, tales como el iPhone 12, iPhone 13 mini y todos los modelos del iPhone 4. ¿Por qué? Es sencillo: lo anterior no es tan importante como lo nuevo; mantenerlos va contra su idea de obsolescencia que les caracteriza.

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Tomando como base eso, la reconocida compañía de datos e inteligencia de negocios, Statista, realizó un ejercicio que titularon An iPhone for (Almost) Every Wallet (Un iPhone para casi todas las carteras), es decir, un iPhone disponible para casi todos los presupuestos. Esto basado en los precios de Estados Unidos, únicamente, pues los costos están estipulados según la región y en otros lugares, como en México, son considerablemente más caros.

En este caso, el teléfono de Apple que se convierte en el más accesible es el iPhone SE, que tiene un costo promedio de $429 dólares (aproximadamente 7467.67 pesos). Este variará, al igual que en todos los modelos, según el tamaño del almacenamiento que sea elegido. Después de este modelo, se encuentra el iPhone 13, en un precio que ronda los $600 dólares. 

Antes de llegar al iPhone 15 Pro Max, modelo más nuevo y por ende más costoso, el catálogo de posibilidades pasa por el iPhone 14, iPhone 14 Plus, iPhone 15, iPhone 15 Plus, iPhone 15 Pro, y por último el mencionado en un principio, que en su precio máximo tiene una etiqueta de $1,599 dólares, algo así como 27,834.03 pesos mexicanos. 

Si bien la diferencia entre el modelo más económico y el más caro tiene un rango aproximado de variabilidad de mil dólares, sigue siendo inaccesible para un grupo bastante amplio de la sociedad. El estudio de Statista apunta que con esta estrategia Apple responde a la crítica que se le ha hecho desde hace bastante tiempo: la inaccesibilidad a sus productos por el alto monto de inversión, lo que impide que se amplíe el mercado y se ganen espacios en “mercados emergentes”. El futuro dirá qué tan viable es la apuesta de los de Cupertino, California.

 

DG