El Valle de Toluca, con su vasto patrimonio cultural e histórico, ha aguardado durante años un verdadero auge turístico. La inauguración del Tren Interurbano México-Toluca ha despertado grandes esperanzas, pero también nos lleva a reflexionar sobre las prolongadas demoras en la concreción de un proyecto de tal envergadura.

El Tren Interurbano ha tenido que superar múltiples obstáculos desde el inicio de su construcción hace casi una década, incluidos retrasos significativos y costos adicionales. Estos desafíos nos hacen preguntarnos sobre las razones detrás de tales complicaciones.

Ya Manuel Eduardo Gómez Parra, líder en Desarrollo Ferroviario y Multimodal de la SICT, ha proporcionado detalles sobre la segunda etapa del tren, denominada “El Insurgente”, que se extiende desde la Estación Lerma hasta Observatorio.

Se espera que esta fase comience a operar en 2024. Esta etapa, con una extensión de 38 kilómetros, tiene 22 kilómetros supervisados por la SICT, de los cuales 21 ya están completos. Aunque se espera que esta fase opere en el 2024, no puedo evitar sentir escepticismo: ¿Se cumplirá esta fecha o nos enfrentaremos a más retrasos?

Según el funcionario las estructuras restantes, que incluyen el Viaducto en doble voladizo, la Estación Vasco de Quiroga y el Viaducto Atirantado, muestran avances considerables en su construcción.

Ante este panorama, la gobernadora Delfina Gómez y Nelly Minerva Carrasco Godínez, a cargo de la Cultura y Turismo del Estado de México, enfrentan el reto de no solo impulsar este tren, sino también de asegurar el desarrollo del turismo en el Valle de Toluca incluida la capital, ya le toca.

Pero pienso que para que el Valle de Toluca se consolide como un destino turístico, es esencial promocionarlo activamente, resaltando sus atractivos, tradiciones y sabores.

Además, es crucial mejorar y expandir las facilidades turísticas, como alojamientos y restaurantes. La colaboración con negocios locales para crear productos turísticos y ofertas atractivas será vital, así como la formación de la comunidad local en la relevancia del turismo y su papel en el desarrollo del sector.

Finalmente, el Tren Interurbano México-Toluca representa más que un simple medio de transporte; es una gran ventana al Valle de Toluca, transformándolo en una arteria vital que facilite el flujo de turistas desde el mayor hub de habla hispana, la Ciudad de México.

De tal forma que conectarlo con la terminal de Observatorio en la Ciudad de México es fundamental para potenciar el turismo desde el principal centro de habla hispana en el corto plazo. Si el presidente AMLO le ve el modo, el Valle de Toluca podría brillar en el panorama turístico internacional con luz propia.

En conclusión es el momento de actuar y usar al “El Insurgente” para posicionar al Valle de Toluca como un boom turístico, le vendría muy bien.

 

LEG