Ser funcionario público es un trabajo fácil, particularmente cuando te dedicas a asuntos de seguridad, policiacos o como quieran llamarlos.

No importa si el escándalo es mayúsculo porque el crimen organizado secuestró y asesinó a un grupo de chicos a los que luego obligó a matarse en un ritual nauseabundo; si el escándalo es un tanto menos mayúsculo porque los diez, 20 o 25 asesinados son inmigrantes ilegales; si hubo un feminicidio más de esos que le molestan al Presidente porque le rompen el guion del discurso matinal, esa compilación de los éxitos que lo llevan en volandas a la consagración histórica; si ametrallaron a los comensales de un bar porque tuvieron la mala suerte de estar ahí, en ese momento; si asesinaron a otro alcalde o jefe de la policía, o si la asesinada fue una maestra cuyo marido, transportista, se negó a pagarle a sus extorsionadores.

En serio, no importa. Lo único que tienes que hacer es llamar a una rueda de prensa y/o redactar un boletín, o sea convocar de alguna manera a los medios, y decir que la institución a tu cargo, ya saben, “activó los protocolos” correspondientes y, sobre todo, hizo aquello para lo que aparentemente les pagamos: “Abrió una carpeta de investigación”.

Me parece entendible que el funcionariado repita una y otra vez, día tras día, a escala estatal o federal, lo de la carpeta. Vean los números. Vean el porcentaje de casos no resueltos. O vean los casos que se resolvieron con una falta de rigor verdaderamente de alucinar, incluso con falsos culpables, sólo para, justamente, darle carpetazo al asunto.

No hay buenas cuentas que rendir, no. Así que avientas un término que 99.99% de los mexicanos no entiende, rimbombante, estruendoso, para dar la impresión de que te estás aplicando con la chamba y te echas a descansar mientras viene el siguiente crimen escandaloso, tranquilo porque los medios van a repetir, también una y otra vez, lo de “las autoridades abrieron una carpeta de investigación”.

Sí, es entendible que la burocracia repita lo de la carpeta. Es una manera barata y eficaz, hasta ahora al menos, de cobrar sin dar resultados mínimamente decorosos.

Lo que no es entendible es que los medios les hagamos el caldo gordo y lo repitamos así, acríticamente, sin molestarnos en comprobar si es cierto, cada que nos avientan el anzuelo, mientras las familias de los muertos bloquean calles para que alguien les haga caso.

No más carpetas de investigación, por favor. La petición, sobra decirlo, no es para los burócratas.

 

     @juliopatan09