La polarización y, en muchos casos la misoginia, no nos dejan apreciar el momento histórico que vive el país: estamos a un paso de que una mujer nos gobierne. Cada una con su propio estilo, con su propia trayectoria, con sus virtudes y con sus errores. Y si uno analiza muchos de los ataques, ambas, también, abriéndose paso en un mundo en donde los argumentos del patriarcado salen hasta de las supuestas voces progresistas.

Sería, finalmente, una mujer quien tome las riendas de un país en el que siete de cada diez mexicanas mayores de 15 años han atravesado alguna situación de violencia, ya sea psicológica, sexual, económica o de discriminación; esto de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares del Inegi.

En ese escenario, la morenista Claudia Sheinbaum o la aliancista Xóchitl Gálvez disputarían el Ejecutivo federal para suceder a Andrés Manuel López Obrador, quien en un primer vistazo ha designado un gabinete en aras de la paridad, pero bajo la premisa de que las mujeres “administran mejor” y “cuidan mejor el dinero”.

A Claudia Sheinbaum le entregaron ya el bastón de mando de la autollamada cuarta transformación. El presidente López Obrador parece haber dejado de tomar las decisiones políticas y ahora éstas recaen en la exjefa de Gobierno capitalina, quien entre sus primeras acciones ha decidido fortalecer a su equipo cercano y perfilarlo para que logren una candidatura o espacios estratégicos en detrimento de las aspiraciones y negociaciones que pusieron sobre la mesa los otros participantes de la contienda: Marcelo Ebrard, Ricardo Monreal, Adán Augusto López y hasta Gerardo Fernández Noroña. No estuvo exenta de presiones.

Mientras que, del lado del Frente Amplio por México (FEM), Xóchitl Gálvez ya dio algunos manotazos en la mesa para detener a quienes le han querido imponer desde la estrategia de campaña hasta colaboradores…

Fuentes cercanas a la senadora aseguran que incluso ella misma puso ya algunas condiciones para seguir con la candidatura presidencial, por ejemplo, tener un equipo propio para delimitar su estrategia y tomar sus decisiones; pero, sobre todo, pidió blindar a su familia de cualquier ataque que pudiera derivar de la propia contienda política y más cuando el hombre más poderoso del país apunta y lanza descalificaciones y acusaciones desde Palacio Nacional.

Las dos aspirantes no sólo luchan por convencer que su proyecto es el mejor, también enfrentan cada día las posturas machistas y despectivas de un lado y del otro.

Habrá que esperar a noviembre, que es cuando comienzan las precampañas, para ver cuál es el rumbo del proceso electoral y si, finalmente, se consolidan las dos candidaturas.

 

#LoboSapiensSapiens

Ronda Marcelo

Y parece que al equipo de Marcelo Ebrard alguien le hizo llegar la idea de que para contener las presiones de los grupos de poder en el Frente Amplio por México, la senadora Xóchitl Gálvez puso un ultimátum hasta noviembre próximo, de lo contrario tomaría una decisión radical… Por eso el excanciller no descarta que su participación política en los próximos comicios pueda ser en Movimiento Ciudadano, o incluso en el FEM. Y es que mientras no se den los registros oficiales a las precandidaturas o candidaturas, todo puede pasar.

 

     @chimalhuacano