VIVIANA DEL ANGEL
Foto: @vivianadelangelmx / Entrenada durante su proceso en Ciudad de México por la china Ma Jin, junto a exponentes como Rommel Pacheco y Paola Espinosa, la veracruzana vivió siete años en la capital mexicana, en donde maduró personal y profesionalmente, alejada de sus seres queridos  

Medallista centroamericana en San Salvador y recientemente con una segunda presea mundialista dentro de la plataforma de 10 metros, Viviana del Ángel Peniche conforma a una generación de clavadistas tricolores que aspira a darle continuidad a los resultados históricos conseguidos por figuras pasadas, con un objetivo puntual: estar en la delegación mexicana que irá a París 2024.

Acostumbrada a la inestabilidad que existe en el deporte amateur nacional, esto la ha llevado a tocar puertas en Veracruz, de donde es originaria, en la Ciudad de México y Jalisco, para recaer actualmente en Minnesota, Estados Unidos. La mexicana de 23 años describe sus 15 años relacionada al deporte como una experiencia de mucho esfuerzo para conquistar una disciplina que tardó en apasionarle.

“Desde que soy pequeña con eventos infantiles, selectivos, olimpiadas nacionales, torneos juveniles, Panamericanos Junior, mi familia siempre ha hecho el esfuerzo para que asista a cada torneo porque confiaron en mí”, señala la clavadista a 24 Horas.

Aunque la veracruzana dice con orgullo que su familia siempre ha sido y serán sus patrocinadores principales, también describe la situación que se vive en México como un suceso inusual, el que los atletas deban buscar sus propios recursos para asistir a competencias dentro y fuera del país.

“Desgraciadamente así es el deporte en México y hay veces en las que no depende de mí, pero lo que yo pueda hacer y como lo pueda lograr para sobresalir, lo valdrá porque el deporte lo veo como una inversión”, agrega.

Viviana confirma que tardó en sentir la responsabilidad de realizar papeles sobresalientes en un deporte que ella comenzó a practicar sin gusto y al que solo iba por ser su clase recreativa de las tardes. El punto de inflexión señala que se da a los 16 años en su primera Serie Mundial y al ver su nombre en las pantallas, que comienza a creer que sí podía realizar una carrera deportiva en la disciplina.

Sin menospreciar a las figuras recientes que han dejado la fosa de clavados nacional, Viviana destaca que la presión ha existido desde la época de Joaquín Capilla y México ha sabido darle continuidad a las representaciones estelares. “Creo que ha habido un cambio generacional muy fuerte y muy bueno. Ahora ya sabemos que varios clavadistas terminaron su proceso, pero llegan jóvenes que están dispuestos a hacer el trabajo y representar dignamente a México”

A la fecha, la mexicana considera que tiene que trabajar mejor el saber dividir su vida como atleta y su vida personal. “Desde chica me dediqué tanto a los clavados que hoy también quiero vivir otro tipo de cosas como hacer la escuela, tener novio y saber encontrar un balance entre esto y el alto rendimiento deportivo”.

Hoy aficionada a la edición de videos en los que muestra su día a día como deportista, Viviana vive todo un proceso novedoso dentro de su vida personal como estudiante de negocios y marketing, en la que también aprovecha al máximo su tiempo libre para estar con su familia, para fijar como metas principales dentro de los clavados su primera Universiada Mundial en agostos, los selectivos nacionales para Juegos Panamericanos, Campeonatos Mundiales y el sueño de estar en París 2024, tras quedarse a un punto de Tokio 2020.

 

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