Malí
Foto: Twitter/@PrensaLatina_cu | Unos 8.4 millones de ciudadanos estaban convocados a votar sí o no al proyecto de Constitución.  

Los malienses votaron en referéndum un proyecto de nueva Constitución elaborada por la junta en el poder, tras la que algunos ven el deseo de los militares de mantenerse al frente de este país africano.

El país está gobernado por los militares desde el golpe de agosto de 2020, que culminó una década de inestabilidad marcada por una insurgencia yihadista y una crisis política y económica.

Unos 8.4 millones de ciudadanos estaban convocados a votar sí o no al proyecto de Constitución. Los colegios electorales cerraron a las 18:00, hora local y los resultados se esperan en 72 horas.

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Los observadores esperan un triunfo del sí, aunque con una participación baja. Este es el primer examen electoral para el coronel y líder del país Assimi Goita, de 40 años, quien ha prometido devolver el poder a los civiles en 2024.

El proyecto de nueva Constitución fortalece el papel del presidente, que tendrá la potestad de nombrar y cesar al primer ministro y a los miembros del gabinete.

El gobierno responderá asimismo ante el presidente, y no ante el parlamento, como estipula la actual Constitución, de 1992.

Igualmente, la nueva Constitución prevé amnistiar a los promotores de los golpes de Estado perpetrados previamente, lo que alimenta la especulación de que el coronel Goita sea candidato en una futura elección presidencial.

El país viene arrastrando dificultades en buena medida desde 2012, cuando una insurgencia separatista en el norte se unió con islamistas vinculados a Al Qaida y se hizo con amplias porciones de territorio.

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Francia, expotencia colonial, intervino militarmente y ayudó a repeler a los islamistas, pero los ataques continuaron, y más recientemente Bamako rompió su alianza con París en favor de Rusia.

Las disputadas elecciones legislativas de marzo de 2020, y las protestas masivas contra un gobierno incapaz de poner coto a la insurgencia, la corrupción y la crisis económica desembocaron en un golpe en agosto de ese año.

Goita nombró inicialmente un presidente interino, pero lo expulsó en un segundo golpe en 2021 y se puso a sí mismo al frente del país.