Carlos Arturo Ríos Rodríguez es uno de los afectados por el devastador incendio del lunes en el Mercado Central del puerto de Acapulco, Guerrero.
El comerciante de 31 años, quien tenía una ferretería, nació con una parálisis cerebral que lo mantiene en silla de ruedas y ahora sus dolores en la columna se agravaron.
Contó que, tras el incendio, sintió que el mundo se le vino encima al perder todo el patrimonio que tenía junto a su madre, una mujer de la tercera edad, y ahora no sabe cómo salir adelante.
“Me encuentro en esta situación de impotencia, donde no sé qué voy a hacer para vivir el día con día y poder pagar todo lo que se debe”, expresó Ríos Rodíguez.
Relató que vive en una situación de estrés porque tiene que movilizarse rodando y con el incidente tuvo una recaída de principios de embolia tras la que le costaba mucho poder hablar.
Abundó que cuando se enteró del incendio se sintió muy triste, sobre todo por su condición física.
Explicó que su ferretería estaba en la nave de sombrillas, donde tenía una inversión de 100 mil pesos, aunque su deuda es de 70 mil y ahora tiene que responder por el crédito que recibió.
Por ello, pidió ayuda para trabajar en algo en que se pueda desempeñar, pues no quiere volver a levantar y reabrir su negocio, ya que es muy difícil.
LEG