El doctor Patán, experto en asuntos de salud pública, tiene buenas noticias para los que anhelan eso que nos prometió el segundo Presidente más popular: una cobertura médica universal tipo escandinavo.

Primero, una puntualización: puede ser momento de aceptar que no vamos a tener propiamente un sistema igual al danés. Vaya, que luego de que el magno experimento del Insabi acaba de darse por muerto, de que nos tumbaron 500 mil millones de pesos con la idea y de que con la izquierda humanista hay 15 millones de personas que se quedaron sin la cobertura médica que sí tenían con el implacable neoliberalismo, hay motivos para ser escéptico.

Tampoco invitan a la credulidad el desabasto de medicinas; ni la cantidad de difuntitos por Covid que nos regaló el Doctor Muerte; ni oír cómo Alcocer receta vaporrú y desaconseja vacunarse; ni la lana que le metimos a los ventiladores de Conacyt, que, repito, servirán para inflar globos; ni la inexistencia de la vacuna Patria; ni la irresponsabilidad de suministrarle la vacuna cubana a… bueno, a nadie, porque no hay quien se la rife con un brebaje que solo han autorizado los hermanitos “el”: Gatell y Canel; ni lo de pagar fortunas por médicos esclavos cubanos; ni lo de incluir en el paquete a yerberos, homeópatas y no sé si exorcistas; ni lo de patrocinar clínicas con la rifa del avión que luego se vendió, clínicas que un año después no habían recibido un peso. Vaya, que cuesta tener fe cuando el gran logro de este Gobierno son las manchas negras en los gansitos y las tortillinas como remedio para la obesidad mórbida: el etiquetado, o el disparate de quitar las áreas para fumar de los restaurantes.

Ya que estamos, tampoco infunde mucha confianza que el Presidente se haya contagiado de Covid tres veces, un récord entre jefes de Gobierno que probablemente se explica porque decidió enfrentar la “gripita” con abrazos y mordiscos, sin cubrebocas y con detentes.

Sobre todo, uno se pone escéptico porque el Presidente va a tener que armar el sistema danés en un año, cuando no pudo en cinco, y sin dinero, porque ya se lo acabó y porque de todas maneras no quiere gastárselo en eso.

Sin embargo, para que vean que el doctor Patán pone el acto después de la palabra, sí hay un aspecto en el que podríamos ponernos daneses, sin costo. El Presidente podría dejarse de moralismos gatellianos y regular los vapeadores y cigarrillos electrónicos, como hacen, justamente, los daneses.

De la mota no hablamos, claro. No podemos aspirar a tanto.

 

    @juliopatan09