WARHOL Y BASQUIAT
Foto: AFP / La mayor retrospectiva de esa colaboración Warhol-Basquiat hasta la fecha, asegura el comunicado de prensa  

Pocas veces una colaboración artística habrá dado pie a tanta fascinación como la de Andy Warhol y Jean-Michel Basquiat en apenas dos años (1983-1985), objeto de una gran retrospectiva en París a partir de mañana.

Warhol, de 54 años, un artista polifacético que vive de los réditos de su leyenda, conoce el 4 de octubre de 1982 en Nueva York a Basquiat, un joven negro de 22 años criado en el gueto, con una rabiosa necesidad de pintar y de ser conocido.

Warhol saca una foto polaroid del encuentro. Basquiat se lleva la imagen y regresa dos horas más tarde con un retrato pintado que sorprende al genio del “pop” art (Dos cabezas, título original en español).

Arranca una complicidad inesperada, que para Warhol es una manera de cuestionarse de nuevo, de volver a la pintura tras dos décadas de golpes de efecto en el mundo del arte, y para Basquiat, su vía al estrellato.

Entre 1983 y 1985, ambos pintarán a cuatro manos unos 160 cuadros, de los cuales la Fundación Louis Vuitton de París acoge casi la mitad, hasta el 28 de agosto.

La mayor retrospectiva de esa colaboración Warhol-Basquiat hasta la fecha, asegura el comunicado de prensa.

“Definitivamente es la colaboración más exitosa en la historia del arte entre dos grandes artistas. Nunca igualada a este nivel, o en un espacio de tiempo tan corto”, explicó Dieter Buchhart, el principal comisario de la exposición a la agencia de noticias francesa.

“No es ni Warhol ni Basquiat, sino un tercer artista el que emerge” de esas telas, añade Suzanne Page, directora artística de la Fundación.

La mayoría de cuadros provienen de colecciones privadas, algunos nunca expuestos públicamente.

“Andy empezaba la mayoría de las pinturas. Ponía algo muy reconocible, el logo de una marca, y en cierta manera yo lo desfiguraba. Luego yo intentaba atraerlo de nuevo, para que volviera a pintar” explicaba Basquiat.

“Primero dibujo y luego pinto como Jean-Michel. Creo que las pinturas que hacemos juntos son mejores cuando no se sabe quién hace qué”, comentaba por su parte Warhol.

La exposición se abre con una serie de retratos cruzados. Luego prosigue con una quincena de obras en las que también participó el italiano Francesco Clemente.

El propio cartel de la exposición muestra a Warhol y Basquiat vestidos de boxeadores, en actitud de combate, con los guantes listos para ese intercambio de golpes.

Warhol y Basquiat tomaron rumbos distintos progresivamente a partir de 1985, pero ambos se apreciaban y se vigilaban a distancia.

Warhol morirá en 1987, tras una operación quirúrgica. Basquiat, que se vio muy afectado por esa pérdida, morirá de una sobredosis al año siguiente.

 

LEG