Sandro Alberto Alvarado afirma que está preparado para recibir los insultos y las maldiciones de los asistentes a la edición 180 de la Pasión de Cristo
Foto: Gabriela Esquivel / Sandro Alberto Alvarado afirma que está preparado para recibir los insultos y las maldiciones de los asistentes a la edición 180 de la Pasión de Cristo  

Acostumbrado a las confrontaciones y las polémicas, por ser abogado de profesión, Sandro Alberto Alvarado Hernández, es el iztapalapense que llevará sobre sus hombros el gran peso de ser antagónico en el Viacrucis de Iztapalapa ya que representar a Judas Iscariote, lo que llevará a recibir el odio y hasta las maldiciones de los asistentes.

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Sandro está consciente de que su papel en la escenificación en la Semana Santa de Iztapalapa es fundamental porque no se puede saber del bien sin conocer el mal y él representará al apóstol polémico y necesario dentro de la historia.

“Es un personaje fuerte, es un personaje que conlleva mucho estudio, es un personaje en el que te tienes que concientizar porque representa la traición, representa la avaricia y, en ese caso representa la codicia,” explicó en entrevista para 24 HORAS.

Es un hombre de 45 años de edad, estudió derecho y es contador público, personificará a Judas Iscariote por primera vez y dijo estar convencido de la importancia que tiene este personaje bíblico, pues “es un personaje antagónico que en este caso representa la parte de traición en una historia católica”.

Este iztapalapense aseguró que todos los días realiza un análisis del personaje de Judas como una persona común y corriente que finalmente fue señalado por las malas decisiones que tomó.

Esas actitudes, añadió, fueron guiadas por la codicia, la ambición y la maldad de manera que “caracterizar a este individuo conlleva un papel complicado, principalmente por la cantidad de insultos que recibe durante toda la representación, así como las miradas de odio”.

“Sobre todo estar preparado para, en este caso, a la hora de la representación todos los insultos que vas a recibir y hasta las malas vibras que pueden recoger de las personas asistentes”, afirmó.

Aunque será la primera vez que representará a Judas Iscariote, Sandro señaló que si en un futuro tuviera la oportunidad de repetir la personificación sin duda lo haría de nuevo.

Pese a las cargas negativas, Alvarado destacó con emoción que Iztapalapa es un pueblo lleno de cultural que actualmente cuenta con “una de las representaciones más grandes del mundo, en este caso es la representación de la Muerte y Pasión de Cristo”.

Por lo anterior, el iztapalapense del barrio de San Miguel, destacó que para él “participar en esta representación, y sobre todo poner un granito de arena para que se lleve año con año y hoy cumplir 180 años, es una parte de orgullo”.

Respecto a la gran tradición en esta alcaldía, Sandro enfatizó que “la intención del pueblo de Iztapalapa no es que sólo dure 180 años, sino que mucho más”, por lo que se mantendrá apoyando y participando en la representación de la Semana Santa tanto como tenga oportunidad.

Hay muchas maneras de hacerlo, dando vida a un personaje o en la organización del evento, para que todo salga bien y no se dificulte el desarrollo del Viacrucis.

 

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