Silvano Aureoles asegura que la mejor opción para la oposición es que cada partido proponga dos aspirantes, además de sumar a la ciudadanía
Foto: Valeria Chaparro El exgobernador de Michoacán recordó que no cayó bien en los ánimos la imposición de PAN y PRI para el Edomex y Coahuila.  

El mejor método para elegir a quien tendrá la candidatura de oposición para la Presidencia en 2024 es que cada partido presente dos opciones y se sumen los ciudadanos interesados, propuso el exgobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, quien busca competir por la misma.

En entrevista con 24 HORAS, el perredista detalló que la designación de la persona candidata de la coalición opositora tendría que hacerse a través de una elección abierta organizada por el Instituto Nacional Electoral (INE).

“Qué mejor que sacarlo bajo ese método porque entonces legítimas, abres la puerta a la participación ciudadana que tanto nos reclama, por qué ya es muy frecuente que nos reclamen la simulación (…) siempre decimos ‘no que los ciudadanos y que hablen y que nosotros sí te escuchamos y somos la voz’, pero a la mera hora se encierran los partidos al interior y a la gente la dejan fuera.

“Me dicen”, continuó el michoacano, “que es muy caro, va a costar muy caro, pues sí, seguramente va a costar, pero es más caro el desastre nacional. Nos va a salir más caro si no somos competitivos en el 24 y no le ofrecemos una alternativa a los mexicanos”.

Si eso no complace, Aureoles lanzó la posibilidad de llevar a cabo 32 debates con un jurado de expertos imparciales y luego encuestas confiables, abrir además la posibilidad de que la gente opine y dé argumentos de quién considera con más posibilidades de competir y así se le da una plataforma y se arropa la candidatura, “que contrastará con el dedazo de Palacio Nacional”.

Enfatizó que el peor error que podría cometer la alianza opositora en la selección de la candidatura es imponerla y no escuchar a la sociedad civil.

Recordó el día en que se presentó el acuerdo de Va por México para el Estado de México y Coahuila, en el que el PAN y el PRI se dividieron esas candidaturas, además de la de CDMX y la presidencial, lo que llamó el “jueves negro”.

“Eso no cayó bien, yo respeto sus posturas y el derecho a defender de que a alguien de ahí le toca, pero hoy va a ser determinante que abramos las puertas a la sociedad civil y digamos ‘vénganse para decidir cómo elegimos el candidato o la candidata’ sería un grave error porque ya es un episodio conocido”, alertó.

Señaló que su aspiración por llegar a encabezar el Poder Ejecutivo no es reciente sino parte de un proyecto de vida ya que, aseguró, tiene trayectoria, experiencia y capacidad de gobierno, aunque antes deberá rescatarse al Partido de la Revolución Democrática (PRD).

“Yo no puedo negar la cruz de mi parroquia. Desde luego hay una fiebre de ciudadanos, pero también estoy convencido que no podemos ahora prescindir de los partidos y entonces hay que reactivar al PRD porque hay mucho perredismo”, expresó.

Algunos de sus correligionarios, continuó, se quedaron de brazos cruzados, otros se fueron con la ilusión de que el actual gobierno iba a ser progresista y democrático y resultó autoritario y populista que nada tiene que ver con un régimen democrático y menos de izquierda.

México, abundó, necesita rumbo, porque el actual gobierno de Morena ni siquiera fue capaz de delinear un Plan Nacional de Desarrollo, pues el documento que envió al Congreso es un manifiesto político, “por eso andamos patas para arriba casi en todo”.
Insistió también en el peligro de la intervención del crimen organizado en las elecciones, ya que el riesgo de que México tenga un narco-estado “está a la vuelta de la esquina”.

“Platicaba yo con los gobernadores, me decían: tú eres el único que se anima a decirle por su nombre, porque han venido varios de los aspirantes y solo de refilón o tangencialmente hablan del crimen organizado, pero no quieren entrar al tema”, dijo.

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Seguridad Pública

Aureoles calificó como una desgracia nacional lo que sucede en seguridad pública, con grupos delincuenciales fuera de control y sin una estrategia para hacerles frente.

“Hay una visión extraña de cómo atender el problema, que se resumió en aquella frase de abrazos y no balazos y que fuera de ahí se empoderaron los grupos y se salió de control.

“Yo digo hay que entrarle al tema y eso no significa que nos estemos peleando con los grupos de la delincuencia, pero el Estado nacional tiene que construir los instrumentos para evitar esta permanente violación a los derechos elementales de las personas por las amenazas y todo lo que sabemos que sucede con el crimen organizado; es urgente parar ese fenómeno”, señaló.

Cuestionado por la situación de inseguridad en Michoacán, Aureoles sostuvo que se debió a una estrategia política para abandonar a esa entidad en el combate al crimen.

Dijo que están los registros de los resultados antes de diciembre de 2018, cuando llega el actual Gobierno federal, y donde “toda la fuerza y toda la estrategia era cómo hacerme tronar como gobernador, por irreverente, por rebelde, afortunadamente las cosas van saliendo ahora con lo de (el hackeo al Ejército) Guacamaya, van saliendo las instrucciones que recibían los generales de la zona o de la región”.

El tema, continuó, era dejarlo solo para que el estado reventara “y ahí se nos vino abajo todo porque ya no hubo estrategia, yo protesté muy fuerte porque los responsables de las mesas para la construcción de la paz eran los activistas políticos de Morena, los que habían sido candidatos, o los que habían sido dirigentes de ese partido, o los que eran los delegados regionales de los programas del bienestar”.

Eso, enfatizó, era “una payasada” sin ninguna estrategia de seguridad, pero sí con planes electorales, “hicieron 267 regiones para atender los temas de seguridad, pues mejor sean más francos y agárrense los 300 distritos electorales (…) era una estrategia electoral y ahí se derrumbó todo, jamás pude hablar con el Presidente, siempre evasivo y nunca quiso platicar conmigo los tres años que me tocó y ya no se pudo avanzar”.

Además, sostuvo que “también destruyeron el sistema de salud, el presidente dijo que íbamos a tener servicio de salud como en Dinamarca, como en Noruega, como Suiza, como Canadá y no nos va a dar para ello porque hoy, no hay ni siquiera aspirinas en los centros de salud”.

 

 

JC