Los tiempos cambian y mucho más en la actualidad. Hace 100 años hubiera sido imposible explicar que existiría internet; mucho menos las redes sociales. También hubiera sido muy difícil entender que el hombre podría pasar la barrera de los 100 años aplicando la tecnología a la medicina preventiva.

Hace 100 años hubiera sido inimaginable que el hombre llegara a la luna; mucho menos la cerrara para conquistar el espacio. También hubiese sido imposible imaginar cómo el planeta se acortó gracias a las comunicaciones.

El ser humano no ha tenido más remedio que adaptarse a los nuevos tiempos. Pero hay situaciones que por mucho que queramos entender son inentendibles y aquí no tiene nada que ver el adecuarse a los tiempos.

En mi país, España, ya se ha aprobado la ley de cambio de género. Esta consiste en que, con 12 años una persona puede cambiar de sexo a través de una operación quirúrgica e inyecciones hormonales. Todo ello sin consentimiento de los padres.

El hecho de que alguien pueda estar encerrado en un cuerpo que no le corresponde es perfectamente comprensible. El hecho también de que alguien pudiera querer cambiar el sexo es comprensible y por supuesto respetable. Uno no puede vivir en un cuerpo como si fuera una cárcel. Sin embargo la decisión tiene que estar muy tomada y muy bien discernida. Entre otros muchos motivos, porque si existiera arrepentimiento posteriormente, ya no sería reversible.

Lo que es más discutible es que con esa edad, con 12 años, uno pueda tener claro si quiere o no cambiarse de sexo. Todo ello sin el permiso de los padres. A esas edades no existe una definición real y lo que sí, una confusión que puede llegar a efectos indeseables tomando malas decisiones.

El Gobierno de Pedro Sánchez ha aprobado y está aprobando otras leyes. Y muchas de ellas no tienen ni pies ni cabeza. Algunas se convierten en auténticas excentricidades, por ejemplo, la del maltrato animal, estoy completamente de acuerdo en que los animales tienen que tener derechos que durante siglos no han tenido, y hay que ir en contra de cualquier maltrato a los animales. Pero una cosa es eso y otra muy distinta es que puedan meterte a la cárcel a partir de 18 meses por matar a una rata que se coló en tu casa.

¿Qué es lo que pretenden hacer?

Hemos perdido el norte. Este mundo occidental ya no tiene rumbo y la pregunta es si alguna vez volverá a tenerlo.

 

@pelaez_alberto