La decisión del Banxico de ir reduciendo la cobertura para amortiguar la paridad peso-dólar, frenará la apreciación de la moneda
Foto: Cuartoscuro / archivo / Banxico vislumbra como riesgos para la actividad económica de México que se dé una menor demanda externa  

Ante una desaceleración de la economía de Estados Unidos, el Banco de México (Banxico) recortó a 1.6% su pronóstico de crecimiento económico para México en 2023. Se trata de un nivel inferior desde el 1.8% que había proyectado hacia finales de noviembre de 2022.

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La estimación de crecimiento económico previsto para este año, tiene un rango entre 0.8% y 2.4%, según reportó la institución.

Para 2024, el banco central prevé una estimación puntual del Producto Interno Bruto (PIB) nacional de 1.8%, comprendiendo un intervalo entre 0.8% y 2.8%.

“En general, estas previsiones contemplan el panorama complejo por el que estamos transitando a nivel mundial. Las perspectivas para la actividad económica mundial que se han deteriorado ante los elevados niveles de inflación que se han observado y tenemos condiciones financieras más astringentes y diversas tensiones comerciales y geopolíticas”, explicó Victoria Rodríguez Ceja, gobernadora del Banxico.

Durante la presentación del informe trimestral, refirió que las previsiones económicas actuales se ubican por debajo de las expuestas en noviembre pasado. Añadió que los ajustes a la baja se explican por un deterioro en las expectativas de crecimiento para la economía de Estados Unidos, en especial, en su actividad industrial.

“La trayectoria de crecimiento que estamos previendo para la actividad económica nacional, tiene incorporada una desaceleración a lo largo de 2023. Esto en congruencia con la expectativa de una menor demanda externa ante la debilidad económica esperada para Estados Unidos en ese año”, detalló.

“Posteriormente, a lo largo de 2024, se espera una gradual mejoría en el ritmo de crecimiento de la economía mexicana. Este comportamiento responde a la reactivación esperada de la economía estadounidense en ese periodo. Para todo el horizonte de previsiones se anticipa que la demanda interna continúe apoyando la actividad económica nacional”, añadió.

Como parte del informe trimestral correspondiente al periodo octubre – diciembre 2022, se señaló que en el periodo de referencia, la actividad económica siguió creciendo, pero hubo una desaceleración respecto al dinamismo observado durante los primeros tres trimestres del año.

En ese sentido, puntualizó que la moderación de la actividad económica se concentró en la industria –por la desaceleración en las manufacturas–, y en el sector de los servicios, dentro de los cuales destacó la debilidad en el comercio mayorista y minorista.

Por el lado de la demanda interna, en los meses de octubre y noviembre, el consumo privado moderó su ritmo de crecimiento, como resultado de una desaceleración en el consumo de servicios y un “insipiente” cambio de tendencia a la baja en el consumo de bienes que, pese a todo, aún se mantiene alto.

En tanto, en la demanda externa, en el cuarto trimestre de 2022, el valor de las exportaciones manufactureras se redujo con respecto al tercer trimestre del año. Dicho comportamiento reflejó menores envíos no automotrices, principalmente a Estados Unidos, un evento asociado con la debilidad que ha mostrado el sector manufacturero en meses recientes.

En su interior, las exportaciones automotrices siguieron creciendo, pero a una tasa menor que la reportada unos meses atrás.

Hacia adelante, el Banxico vislumbra como riesgos para la actividad económica de México que se dé una menor demanda externa, y una prolongación o intensificación de las afectaciones al comercio y los cuellos de botella.

En contraparte, entre los elementos que podrían ayudar al dinamismo económico de México destaca el atractivo del país para la inversión en el marco del T-MEC; y que pese a todo, nuestra economía muestre una resiliencia mayor a la esperada.

Preocupa inflación

La persistente trayectoria de la inflación al alza, es uno de los elementos que sigue preocupando al Banxico, pues es eje central de sus decisiones de política monetaria.

En especial, preocupa el comportamiento del componente subyacente de la inflación –que excluye los precios de los genéricos más volátiles como los agropecuarios y los energéticos– que no ha mostrado una dinámica favorable y mantiene una mayor persistencia a la esperada, ubicándose por encima de lo previsto, sin mostrar una clara a la baja como se esperaba sucedería desde finales de 2022.

“Si bien la inflación general anual ha exhibido cierto descenso desde el tercer trimestre de 2022, tenemos todavía como principal reto el comportamiento de la inflación subyacente”, externó Rodríguez Ceja.

Explicó que al interior del componente subyacente, se ha detectado que los precios de las mercancías alimenticias han disminuido a un menor ritmo de lo previsto, conservando niveles elevados; mientras que los servicios también reportaron resultados mayores a los previstos.

En ese sentido, agregó que justo las sorpresas inflacionarias de enero, fueron las que incidieron para que los integrantes de la Junta de Gobierno del Banxico optara por un alza de 50 puntos base en su más reciente anuncio de política monetaria, sorprendiendo al consenso de analistas que ampliamente anticipaban un incremento de 25 puntos base.

Los pronósticos de inflación del Banxico apuntan que el indicador general anual se ubicará en un nivel de 4.9% para el cierre de 2023, un nivel superior al 4.1% previsto en su informe de noviembre de 2022.

En tanto, para el cierre de 2024, el banco central tiene previsto acercarse a su meta en torno al 3%.

LEG