A propósito del estreno de la tercera entrega de The Mandalorian en Disney+, vemos cómo lograron tener éxito otra vez.

¿Quién diría que una aventura intergaláctica creada hace más de 40 años seguiría rindiendo frutos? El 4 de mayo de 1977 se estrenó uno de los hitos culturales más populares de todos los tiempos: Star Wars. A esta le siguieron dos películas en la década de los 80 (que ahora forman parte de la “trilogía original”), y otra triada de cintas narrando el origen de Darth Vader, villano principal de las primeras tres cintas, a principios de los años 2000.

Para expandir el producto, se creó una serie de dibujos animados para Cartoon Network llamada Clone Wars, situada entre los episodios 2 y 3 de la “trilogía de precuelas”, que relata “La Guerra de los Clones”, el conflicto bélico entre la orden separatista y los clones, lideradas por los Sith y los Jedi, respectivamente.

Tras tres temporadas de la caricatura, Dave Filoni, apasionado de este universo, tomó las riendas de este proyecto junto con George Lucas y decidieron darle un segundo aire. Esta readaptación, ahora en animación por computadora, se volvió un fenómeno de 7 temporadas, con el cual Filoni se ganó el cariño de millones de personas obsesionadas con esta franquicia. El programa tuvo éxito porque entendía la esencia de Star Wars: grandes personajes e historias con humor, sin arruinar la ausencia de quienes ya conocemos a la par de introducir nuevas figuras igual o más interesantes y expandir el universo realmente.

Cuando Disney adquirió los derechos de la propiedad intelectual de George Lucas en 2012, y los nuevos productos comenzaron a llegar en 2015, las reacciones de la audiencia pasaron por todo tipo de emociones, más no se llegó a percibir la mina de oro de esta oportunidad hasta la llegada de The Mandalorian, el primer proyecto live-action de Star Wars.

Situada entre los episodios 6 y 7—creando un puente entre los clásicos de los 80 y la trilogía más reciente—, tenemos la historia de Mando, un hombre de la misma secta que Boba y Jango Fett, los Mandalorianos, cuya vida como cazarrecompensas lo lleva a conocer a Grogu, un extraterrestre verde de la misma raza que Yoda.

Juntos vivirán aventuras intergalácticas divertidas, emotivas y con mucha aventura y acción. La serie funciona porque, además de tener a Filoni en el equipo creativo, entiende cómo crecer el universo de Star Wars sin perder su esencia, tal como lo hizo Clone Wars en 2008. Después del éxito en la crítica de Andor, así como de las dos temporadas de esta serie, la tercera, a estrenarse el 1 de marzo, promete expandir los horizontes con nuevas posibilidades dentro del combo nostálgico. Porque en cuanto a la vibra de western espacial y melodrama con criaturas raras, balazos láser y duelos samurai con luces se refieren, The Mandalorian nos regresa a la saga que más quisimos, mientras conecta con nuevas generaciones a través de encantadores y épicos personajes.

 

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