Miles de fieles partieron de la Catedral de Toluca, Estado de México, para participar en la edición 85 de la peregrinación anual de la Arquidiócesis a la Basílica de Guadalupe.
Tras dos años suspendida por la pandemia de Covid-19, la fe volvió a reunir a los devotos como Juan Manuel Rodea Ansastegui, un joven de 22 años que por séptimo año camina hacia el Tepeyac.
Para él, visitar templos religiosos luego de horas o días de largos recorridos, es una muestra de fe, devoción y amor que se vive a cada paso, pese al cansancio, pues aseguró que éste es el que le permitirá llegar ante la Virgen.
“Lo principal es darle gracias porque tengo viva a mi familia, agradecerle que pudimos superar la prueba de la pandemia, que estamos juntos, y pedirle que así sigamos otro año. Es un gusto, es devoción y amor, es una demostración de fe y unidad”, expresó antes de partir hacia La Villa.
PREPARACIÓN ESPIRITUAL
Su propósito es ir a pie todo el trayecto; para ello, explicó, se preparó tanto espiritualmente –con oraciones– como físicamente –con ejercicio–.
“Es cansado, pero cuando las cosas se hacen con amor, voluntad y alegría nunca es pesado; para mí es una alegría, porque espero todo el año ir cantando, rezando y ayudando a los demás peregrinos”, añadió.
Para ello, la Policía Municipal de Toluca puso a disposición de los religiosos a 300 elementos, además de personal de Protección Civil.
EL ELEGIDO
Manuel contó que fue elegido para representar a la zona pastoral de San Andrés Apóstol para pasar al altar de la Basílica a dejar las ofrendas, a lo que no muchos tienen acceso.
“Lo veo como un regalo; poder subir y pedirle a la Virgen por los míos, por la familia y los enfermos”, expresó.
En tanto, el arzobispo toluqueño, Raúl Gómez González, llamó a los romeros a fortalecer su voluntad de vivir más cristianamente y practicar la caridad.
NÚMERO:
300 agentes
de la Policía Municipal de Toluca vigilaron el trayecto de los peregrinos
LEG