El senador Ricardo Monreal le propinó un duro revés al mandatario Andrés Manuel López Obrador con la elección de Alejandro Armenta, personaje cercano al zacatecano, como la propuesta de su fracción parlamentaria para presidir el Senado de la República.

Es un triunfo que, en principio, le permite a Monreal tomar un respiro, porque significa que todavía tiene el apoyo de la mayoría de los senadores morenistas. Pero ese golpe será devuelto. Hombre de venganzas, el tabasqueño se cobrará esta afrenta.

La elección de Armenta afianza al coordinador de Morena como presidente de la Junta de Coordinación Política, después de haber sido despreciado por el gabinete de seguridad de López Obrador.

Permanecer al frente de la Junta le representa mantener el control de los recursos económicos y el control político del Senado. Algo nada despreciable para un personaje que ha sido marginado por el poder y que aspira a ser candidato presidencial, lo que no logrará, al menos, en Morena.

A Monreal le hizo el vacío el gabinete de seguridad de López Obrador, al no asistir a la reunión plenaria de Morena en el Senado. Lo mismo hizo el dirigente formal del partido en el poder -el real es AMLO- Mario Delgado, quien se comportó como lacayo del régimen.

A pesar de haber logrado el triunfo al interior de la fracción parlamentaria en contra del ala dura, Monreal no lograba convencer a los opositores de votar a favor de Armenta. Los coordinadores del PAN, PRI, MC, PRD y del Grupo Plural anunciaron su voto en contra en el pleno.

A la entrega de esta colaboración, en el Senado todavía se discutía quién encabezaría ese órgano legislativo a partir de hoy. Monreal negociaba con los opositores, porque sabe que entregarle la presidencia a uno de los ultras del morenismo solo fortalecería a Claudia Sheinbaum.

Monreal no puede sonreír tranquilamente. López Obrador no lo dejará ni respirar y para eso tienen en el Senado a César Cravioto que se queja que su coordinador no acata las instrucciones presidenciales. Pero hay más del ala “dura” que le harán marcaje personal.

Difícil escenario para un hombre que presume haber acompañado desde hace 25 años a López Obrador, quien ahora lo desprecia. Tiene un pie afuera de Morena, pero se aferra al presupuesto senatorial.

 

Directo. La iniciativa para transferir la Guardia Nacional a la Sedena, enviada por el presidente López Obrador a la Cámara de Diputados, no tiene carácter preferente. Estas deben presentarse al inicio del periodo ordinario de sesiones.

Indirecto. En la lucha por la dirigencia del SNTE, primero con las elecciones seccionales, comienza a destacar el movimiento Reivindicación Magisterial de Rafael Ochoa Guzmán, con presencia nacional y al que se siguen sumando maestros de todo el país. Esto a pesar de viejos dirigentes que dicen tener estructura, lo que es solo un anhelo de las glorias del pasado. Reivindicación Magisterial, aseguran, se alineará con Morena. En principio apoyará a Delfina Gómez, en el Estado de México, y a quien ese partido postule en Coahuila.

 

 

     @maurijua