En la desesperación opositora de no lograr levantarse del descontón electoral que les puso el hoy presidente Andrés Manuel López Obrador en las elecciones del 2018, empiezan a ver como alternativa electoral el coquetear con un eventual candidato que sea, como decían las abuelas, una cuña del mismo palo para que apriete.

Está claro que la estrategia del partido de Gobierno es debilitar esa alianza entre el PAN, el PRI y el PRD. Unidos los tres sí pueden implicar un peligro electoral para López Obrador y su movimiento.

En el Movimiento Ciudadano la 4T tiene un aliado implícito que distraerá votos opositores. Como sea, Dante Delgado es un conocido compañero de lucha de López Obrador.

Ante esa evidente incapacidad de recomposición opositora y la ausencia total de figuras reconocidas en ese bloque llamado Va Por México, exploran aplicar una cucharada de la misma medicina morenista y apostar por alguna corcholata despechada.

Hay en especial un político morenista que ha tenido la habilidad suficiente como para poner su nombre en la boca de los dirigentes de los tres partidos de la alianza. Seguro que su nombre también resuena en la cabeza del presidente López Obrador.

Ricardo Monreal, coordinador de Morena en el Senado, es un hombre que conoce las entrañas de la vida política de López Obrador y quiere ser candidato presidencial con o sin Morena.

López Obrador es un candidato irrepetible. Pero la calidad de su gestión como Presidente sí es fácilmente superable y eso hace frágiles a la mayoría de sus corcholatas que están muy lejos de tener el más mínimo asomo de carisma o de buenos resultados en sus gestiones.

Pero, del otro lado, en la oposición deben preguntarse si merece la pena ese exceso de pragmatismo que les acercaría a un eventual triunfo electoral, pero con un candidato que profesa las mismas ideas que hoy han metido en tantos problemas al país.

Es más, algunas de las ideas de Ricardo Monreal, planteadas a manera de iniciativas legislativas, han llamado más a la angustia de los mercados que muchas de las propuestas del Gobierno de López Obrador.

Desde su poderosa posición de coordinador de Morena en el Senado, fue Monreal quien propuso regular por decreto las comisiones bancarias. Eso provocó turbulencias financieras por ser totalmente contrario a las prácticas de mercado abierto que sostiene México.

Después, impulsó la obligación del Banco de México para aceptar dólares de cualquier procedencia, lo que expuso al autónomo banco central a lavar dinero.

Esas iniciativas cayeron víctimas del escándalo que generaron, tanto como otras que también propuso Monreal, como controlar las redes sociales o regular a las firmas calificadoras, cuando no gustaban sus calificaciones por aquellos días.

Un candidato de oposición debe ser algo más que un personaje con la capacidad de derrotar a una corcholata sin carisma de la 4T. Debe ser garantía de que puede componer todo lo que se ha roto en tan poco tiempo.

Porque tener una contienda presidencial de puros candidatos cuatroteístas, con programas afines al actual régimen, que mantengan las cosas como están, debe ser el sueño de Palacio Nacional.



   @campossuarez