Entre stickers, cuadros, piercings y artículos de moda, estas artistas vencen la crítica social y dan rienda suelta a su imaginación
Foto: Gabriela Esquivel Entre stickers, cuadros, piercings y artículos de moda, estas artistas vencen la crítica social y dan rienda suelta a su imaginación  

Sandra, de 25 años, quien va acompañada de su pareja Fabián, espera paciente a que llegue su turno para que Brenn Olalde tatúe sobre su pantorrilla un calendario azteca. 

“No, ya van cinco veces que me tatúo, pero éste, en comparación de los demás, es algo grande. Voy a esperar algunas horas, pero el resultado va a estar ahí. Tengo tatuado a mi gato, unos girasoles, una nota musical, porque me gusta la música, y una frase de Strange Things”, relata la joven.

Como Sandra, decenas de personas visitan la sexta edición de la Expo Tatuadoras, en la colonia Jardín Balbuena, alcaldía Venustiano Carranza

Pero sólo unos pocos se atreven a prestar su piel para plasmar en ella no sólo una figura ilustre, sino un significado más profundo. 

Sara, por ejemplo, decidió tatuarse en su brazo a una de sus tías, a quien acompañó durante sus días más difíciles: “Es mi tía o al menos el contorno de su figura minimalista. Decidí tatuármela porque ella fue muy importante en mi vida y tiene algunos meses que falleció. Es como una dedicatoria para ella”. Esta expo ofrece espacios únicos para mujeres tatuadoras que han enfrentado críticas de la gente para llegar hasta donde están. 

“Esta expo justo es para eso: para destacar el esfuerzo de muchas tatuadoras que con muchas dificultades tuvimos que abrirnos paso, y así también las de diseño, las de piercing. Es un espacio justo para eso”, dijo Brenda, quien ha sido tatuadora por más de 10 años.

Con más de 60 stands, la Expo Tatuadoras ofreció stickers que iban desde los 30 hasta los 150 pesos, además de artesanías, diseños de dibujos, cuadros de arte, piercings desde 100 pesos, artículos de moda e incluso equipos para tatuar.

Por si fuera poco, familias enteras se pasearon por los pasillos con sus hijos emocionados, quienes al ver el amplio catálogo de dibujos llenos de colores no dudaron en hacerse un tatuaje de hena que les durará algunos días. 

“Andamos dando la vuelta del domingo, pasamos por fuera y vimos que había mucho movimiento. Los dibujos son muy coloridos y llaman la atención de los chamacos”, expresó Hilda, quien iba con su familia.

Los más grandes también estuvieron presentes para admirar la diversidad de diseños y tatuajes que había en los pasillos. “Sólo vinimos a ver, a contemplar como quien dice. Me gustan los tatuajes, pero hacerme uno ya a esta edad está de más. La expo es muy buena, hay mucho que ver por donde sea”, dijo doña Elodia, de 58 años.

AR