Tras aplazarse su presentación en varias ocasiones, la más reciente a principios de año, todo parece indicar que ahora sí, el tercer paquete de proyectos de infraestructura –en los que puede invertir la iniciativa privada junto con el Gobierno- está listo y será lanzado después del próximo 10 de abril, fecha en que termina la veda electoral por el proceso de consulta sobre la revocación de mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Aunque no se conocen los detalles exactos sobre el contenido, ha trascendido que este paquete podría sumar una inversión mixta de más de 70 mil millones de pesos, destinados a la construcción de carreteras, cruces fronterizos, aeropuertos y obras ferroviarias.

Uno de los proyectos que se ha dicho se pondrán en marcha, será la construcción de un tren ligero en Jalisco que, con una longitud de 20 kilómetros, correrá desde Guadalajara hasta el municipio de Tlajomulco de Zúñiga y cuya inversión se calcula en 10 mil millones de pesos.

De acuerdo con datos del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) después de la revisión de los dos paquetes anteriores, se pudo constatar que ya está en marcha más de 50% de los 68 proyectos valuados en más de 520 millones de pesos.

El anuncio del tercer paquete estaba contemplado para finales de enero o principios de febrero; sin embargo, se tuvo que posponer por la veda que el Instituto Federal Electoral (INE) impuso, ante el arranque del proceso por la consulta de revocación de mandato presidencial.

Lo cierto es que la inversión que contempla este conjunto de proyectos caerá como anillo al dedo al Gobierno federal, hoy más que nunca es urgente la llegada de capital para la reactivación económica, tras casi dos años de parálisis producto de la pandemia de Covid-19, fenómeno que podría retrasarse a raíz de la invasión de Ucrania por parte del ejército ruso.

EL OPORTUNISMO DE LAS TRAGEDIAS

Nunca falta el oportunista que se cuelga de las tragedias, de los hechos violentos o de las situaciones extraordinarias para sacar raja política, tratar de recuperar la notoriedad que ya quedó en el pasado muy lejano o hacerse notar como el político de vanguardia.

Lo anterior viene a cuento porque, después de los reprobables actos de violencia que se registraron en el estadio La Corregidora, en Querétaro el sábado pasado, no faltó el político que quiso llevar al banquillo de los acusados al gobernador de la entidad, el panista Mauricio Kuri, o el comunicador que, alguna vez tuvo cierta influencia, que afirmó, que el zafarrancho fue provocado por Morena para desacreditar a un Gobierno de oposición; pero el colmo del oportunismo se lo llevó, sin duda, el diputado local en Nuevo León, el priista Héctor García, quien presentó una iniciativa de reforma para castigar con penas corporales y económicas -como si fuera una carta de restaurante- a quien o quienes cometan actos de violencia en los partidos de futbol.

¿Se imagina al diputado Héctor García, sin dormir, consultando asesores, legislaciones y experiencias de otros países alrededor del mundo para redactar su iniciativa en dos días?

 

Yo tampoco.

 

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@JuanMDeAnda