Foto: Armando Yeferson Los Saules corren en familia desde 2019 y se apoyan entre ellos; la jefa de Gobierno Sheinbaum celebró el regreso de las actividades deportivas masivas tras el confinamiento por el Covid-19.  

Apenas sale el Sol sobre Avenida Paseo de la Reforma y, pese al frío, se observa a miles de personas en camiseta, short y tenis haciendo estiramientos musculares. El clima no parece importarles, pues saben que pronto estarán sudando y entrando en calor debido al ejercicio.

Y es que en la Nueva Normalidad de la pandemia de Covid-19, el Medio Maratón de la CDMX se celebró este domingo, con la asistencia de 20 mil participantes y sus familias, quienes acudieron a darles animo.

“¡En sus marcas… listos, fuera!”, se escucha y, enseguida 40 mil pies comienzan a moverse desde la emblemática estatua del Caballito en dirección al Auditorio Nacional, pasando después por Lomas de Chapultepec y dando la vuelta para llegar al Ángel de la Independencia.

La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum encabezó la entrega de medallas para los atletas destacados, y resaltó que tras la vacunación contra el Covid–19, en la ciudad se han podido recuperar las diversas actividades deportivas, sociales y culturales poco a poco.

Asimismo, aseguró que, con este Medio Maratón, entre otros eventos, la ciudad es deportiva a la vez de ser la Capital Cultural de América Latina, por lo que adelantó que en 2022 su administración promoverá el deporte comunitario a la vez que el de alto rendimiento.

“El año que entra, vamos a promover el deporte comunitario y también, por supuesto, el de alto rendimiento. Se acabaron las inscripciones (para el Medio Maratón), querían inscribirse más; ahí Javier estuvo al tanto para poder dar todo lo que se necesitara para que se desarrollara, y creo que la gente está muy contenta”, comentó.

Tras concluir el recorrido, Luis Saules, uno de los corredores, agitado y tomando agua para hidratarse, comentó que desde 2019 corre maratones en familia, pues él y sus tres hijos son apasionados de esta actividad, que resulta ser una convivencia familiar más en dónde todos se echan porras.

“Somos la familia Saules, estamos corriendo desde 2019, pero con lo de la pandemia tuvimos muy poco entrenamiento y definitivamente nos hacía falta correr, ojalá se sigan haciendo más de estos eventos, pues hasta nos ayudan a la salud”, dijo.

En contraparte, a la mitad de la ruta, cerca del Auditorio Nacional, algunos vendedores señalaron que sus ventas disminuyeron respecto a otros domingos.

“Nos afecta, uno viene a ganarse la vida y no hay gente. Yo tengo mi permiso para vender, antes venía más seguido, ahora sólo me dejan en domingo y no hay gente”, señala una vendedora de tamales ante el cierre de Reforma por los corredores, que evidentemente pasaban sin consumir.

 

LEG