Foto: Gabriela Esquivel A primera vista parece una orilla rocosa, pero en realidad es una película de desechos plásticos que flotan sobre el agua  

Algunas de las presas de la Ciudad de México, diseñadas para contener el agua de lluvia y de los ríos que bajan desde los cerros que rodean la capital, se han convertido en basureros a cielo abierto, por lo que vecinos temen que éstas se desborden.

En la colonia Liberales, alcaldía Álvaro Obregón, Dolores, una vecina, explicó que desde hace 25 años vive a un costado de la presa Tacubaya, un área que se ha vuelto un basurero clandestino; indicó que en la temporada de lluvias el nivel de la presa tiende a subir, por lo que los vecinos temen al desbordamiento.

“Aquí vienen camiones, camionetas y carros a arrojar todo tipo de basura (a la presa), inclusive hemos sacado (de la zona de la presa) a taxistas que los traen de Tlalpan u otras zonas de la ciudad, también hemos encontrado cuerpos flotando; y hace no mucho metieron (con pasaje) un microbús para asaltarlo”, comentó.

Dolores señaló que otra preocupación de los vecinos, es que a partir de la construcción del Tren Interurbano algunos tubos de drenaje han sido bloqueados.

Ayer, 24 HORAS publicó una entrevista con Dean Mohammed Chahim, académico de la Universidad de Princeton, quien es experto en manejo del agua y estudioso del sistema de drenaje de la CDMX, en la que llamó a invertir en presas y vasos reguladores locales para no enviar toda el agua de lluvia de golpe hacia afuera de la ciudad, provocando inundaciones en zonas como Tula.

“El problema que se está enfrentando es que ya no hay capacidad suficiente para retener el agua en esos vasos reguladores o en las presas dentro del Valle de México, porque están invadidos por obras nuevas como el tren interurbano o están asolvados, es decir que tienen sedimentos”, dijo.

Por ejemplo, este diario constató que en la presa Mixcoac es evidente la formación de una franja plástica de desechos, además de corrientes de aguas negras y pantanosas; cerca de ahí se observan algunas casas y un edificio alto.

Sobre la situación, un grupo de vecinos de la calle Perdiz, alcaldía Álvaro Obregón, comentaron que la presa despide un mal olor y lamentaron que ésta sea tomada por transeúntes y vecinos de la zona como tiradero de basura.

Por otra parte, en la presa Tarango, también ubicada en Álvaro Obregón, vecinos de la colonia las Águilas pidieron a la alcaldía más seguridad, pues aseguraron que nadie patrulla la zona y que los robos, secuestros y extorsiones son constantes en el lugar, que se encuentra en una zona boscosa. De hecho, el bosque impide observar la presa de forma directa.

 

LEG