La noche de ayer cerró una época de intervenciones occidentales en Afganistán, después de la llegada de los talibanes comenzó la la retirada del ejército estadounidense que se mantuvo por casi 20 años.
Los talibanes quedaron fuera de combate en 2001, sin embargo el tiempo les dio la fuerza necesaria al volver a Kabul y conquistar con rapidez una gran variedad de ciudades.
Su llegada fue el 15 de agosto, teniendo como antecedente el inicio de la retirada de tropas internacionales, así como el derrocamiento y huida del presidente Ashraf Ghani junto a otros dirigentes gubernamentales.
El terror inundó las calles , las redes sociales y medios de comunicación se llenaron de imágenes donde afganos y extranjeros buscaban escapar o hacer salir a sus seres queridos a toda costa, ofreciendo a sus hijos a militares o tratando de subir a aviones en movimiento.
El mundo entero puso los ojos en Kabul, y las opiniones entre autoridades se dividian, mientras el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas afimaba que Afganistán no podia prestarse a terrorismo, el presidentes de E.U.A apoyaba la retirada de las tropas tras reporbar la huida de los lideres afganos.
Por su parte China y Rusia tenían miras a buscar la paz dentro del país mientras el líder de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, reconoció que deberían hablar con los talibanes.
A pesar de que los talibanes trataron de convencer al pueblo de continuar con normalidad su vida y dejar el miedo atrás, no dejaron de lado las nuevas exigencias que traería su gobierno.
“Dejaremos trabajar a las mujeres de acuerdo con los principios del Islam”, expresó Zabihullah Mujahid portavoz del poder.
Mientras algunas niñas retomaron sus clases, el fiscal de la Corte Penal Internacional, Karim Khan, informó sobre los crímenes que dejaban a su paso los talibanes.
Siendo ayer el plazo máximo establecido por Biden para que las tropas estadounidenses se retiraran de Afganistán, comenzó una caótica evacuación por los cielos de la nación.
Talibanes y el mundo ponen sus condiciones
La presión ejercida por Estados Unidos ante lo que el representante europeo Josep Borrell aseguró que era “matemáticamente imposible” de realizar, el caos, desorden y miedo empezaron a presentarse en el aeropuerto, como resultado hubo 7 muertos.
Mientras algunos intentaban salir, la resistencia comenzó a gestarse en el norte de Kabul, el valle del Panshir se llenó de milicianos antitalibanes y exmiembros de las fuerzas de seguridad que estaban listos para un “conflicto a largo plazo” o para negociar un gobierno inclusivo.
Al margén de la cotica retirada estadounidense, el 26 de agosto el grupo yihadista Estado Islámico (EI), rival de los talibanes, reivindicó un ataque suicida en el aeropuerto de Kabul, terminando con la vida de 100 personas, entre ellas 13 soldados estadounidenses.
Locales y aliados siguen huyendo de Afganistán; talibanes envían contingentes a combatir la disidencia
El conteo regresivo para terminar la evacuación del país inició el viernes pasado cuando Reino Unido, Francia y España terminaron sus vuelos, dando un pequeño respiro entre el desorden.
El domingo Hibatullah Akhundzada es presentado como líder supremo de los talibanes con miras a presentarse públicamente, posteriormente E.U.A hace volar un auto lleno de explosivos al atacarlo con un dron. Aún se investiga si esto provocó la muerte de civiles.
El lunes con algunos ataques de cohetes en el aeropuerto, despegaron los últimos aviones. Más de 123.000 personas pudieron abandonar Kabul desde el 14 de agosto.
GR