La Cineteca Nacional reestrenó, en su versión restaurada, Río Escondido (1948), con una mini exposición paralela con fotografías de Gabriel Figueroa sobre la película emblemática de Emilio Indio Fernández acerca de la educación en México.

El rescate del filme sobre una maestra rural que enfrenta a un cacique local en la etapa posrevolucionaria (el alemanismo) se logró en el Laboratorio de Restauración Digital Elena Sánchez Valenzuela, que ya antes había logrado la preservación de otra obra maestra del cineasta, Enamorada (1946), también protagonizada por María Félix, aunque sobre la etapa revolucionaria.

No obstante sus diálogos panfletarios y de loas al proyecto educativo y social del gobierno Miguel Alemán Valdés (presidente de 1946 a 1952) y la sobreactuación de María Félix, Río Escondido destaca por el virtuosismo de la fotografía de Figueroa y la vigencia del problema de llevar la escuela pública a todos los rincones del país, en medio de la violencia y la corrupción, una obsesión temática plasmada por Emilio Fernández en varias de sus películas, como la misma Enamorada o Pueblito (1961).

También destaca por el papel de la mujer en la formación del México contemporáneo que Fernández subrayaba en sus películas, más allá de la vida personal y mítica del cineasta. La restauración incluso cae “como anillo al dedo” al actual gobierno, por su ensalzamiento de la figura de Benito Juárez y su discurso nacionalista sobre la educación y contra las reticencias de gobiernos y caciques locales a sus programas públicos, amén de la importancia de la vacunación en medio de una epidemia.

En este melodrama, Rosaura, una joven maestra rural (María Félix), es comisionada por el presidente de México para alfabetizar a los habitantes de un pueblo remoto conocido como Río Escondido, agobiado por la sequía y por un cacique local, interpretado por el malísimo Carlos López Moctezuma, que en una escena insólita del cine mexicano cachetea a María Félix.

Pese a que padece una mortal enfermedad del corazón, Rosaura Salazar asume el encargo, que recibe en el mismísimo Palacio Nacional, después de un recorrido por ese edificio público, de manos del mismo gobernante, que la recibe incluso después de llegar tarde a una reunión con maestros, una secuencia única en la historia de México, un tanto ingenua, quizás, pero que sólo el Indio Fernández logró.

La maestra, llega a Río Escondido, afectado por una epidemia de viruela, y en en un sacrificio cuasi religioso, con ayuda de un médico (Fernando Fernández) enviado también por el presidente a un pueblo cercano como servicio social, logra echar a andar de nuevo la escuela y con apoyo del cura (Domingo Soler) vacunar a toda la población reacia a la ciencia médica.

El filme fue producido por Raúl de Anda, y contó con el gran equipo técnico y actoral que acompañó siempre a Emilio Fernández en la época de oro del cine mexicano: Mauricio Magdaleno como guionista; Gabriel Figueroa en la fotografía, la legendaria Gloria Schoemann en la edición; Manuel Parra en los decorados, entre otros. Entre los actores de reparto también participaron Columba Domínguez, Roberto Cañedo, Eduardo Arrozamena, Agustín Isunza y Manuel Dondé.

La restauración se hizo en colaboración con Arte & Cultura del Centro Ricardo B. Salinas Pliego, propietario de los derechos del filme. Se realizó la revisión de tres copias en 35 mm y una más en 16mm, pertenecientes al acervo fílmico de la Cineteca Nacional. Las labores de restauración tomaron cerca de 28 semanas, participaron en ellas alrededor de 27 especialistas de diversas áreas y fueron intervenidos digitalmente 141 mil 852 cuadros.

La presentación del filme se hizo el jueves 16 de junio en función especial, en la que participaron el director de Cineteca Nacional, Alejandro Pelayo, y el director de Arte & Cultura, Sergio Vela, quien no portó el cubrebocas obligatorio en las instalaciones de la institución pública dependiente de la Secretaría de Cultura federal, incluso enfrente de Pelayo y otros directivos.

La cinta estará en la cartelera de la Cineteca Nacional. En paralelo, el público podrá disfrutar sin costo hasta el 17 de julio de la exposición titulada Río Escondido. La restauración que se llevará a cabo en el vestíbulo de la Sala 3 y en ella se podrán encontrar carteles, libretos y documentos originales del filme, así como una selección de imágenes de Gabriel Figueroa (Ciudad de México, 24 de abril de 1907-27 de abril de 1997), director de fotografía del filme.

LEG