Opacidad, sobreprecio, malos procesos y falta de prevención en las compras del Gobierno federal para atender la emergencia por Covid-19 detectó el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), al hacer una revisión de los procesos de adquisición.

El informe destaca que 4 mil millones de pesos gastados, no tienen ningún documento publicado, de ellos, 3 mil millones corresponde a compras de la Secretaría de Salud.

De acuerdo con el estudio, ‘Un año de compras de emergencia en México’ publicado por el IMCO, la política de compras de emergencia del Gobierno federal en el marco de la pandemia de Covid-19, siguió una lógica de reacción y no de prevención, toda vez que durante los meses de enero y febrero (cuando ya se sabía que existía el nuevo coronavirus) no se hicieron compras de insumos necesarios para la atención de la epidemia.

Los investigadores Pablo Montes y Fernanda Avendaño, del área de corrupción del IMCO, señalaron que casi una de cada dos compras (45%) para atender el Covid-19 fueron publicadas de manera tardía, entre uno y 327 días después de la fecha de inicio del contrato.

Además, Pablo Montes destacó que ante la ausencia de un plan de compras, no existe un camino para dar seguimiento a las adquisiciones.

Incluso refirió que el Insabi presentó ante Hacienda proyectos de inversión para la compra de medicamentos y de equipo médico de más de 9 mil millones de pesos y en respuesta a una solicitud de información, señalaron que sólo transfirieron los recursos a la Secretaría de la Defensa Nacional, por lo que no tenían información de las compras realizadas con ese recurso.

“No hay un monitoreo, no hay un seguimiento y no sabemos en qué se está gastando el dinero del Insabi”, lo que representa un esquema similar al usado en la Estafa Maestra, donde las dependencias transferían recursos a las universidades, pero ya no les daban seguimiento al gasto.

Informó que a pesar de ser el encargado de la adquisición de insumos, “el Insabi en cuestión de compras públicas es un hoyo negro”.

Además, se detectaron posibles casos de sobreprecio, toda vez que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), pagó 2.3 veces más por el mismo medicamento (paracetamol) en contratos con un mes de diferencia, el primero por monto unitario de 50 pesos y el segundo de 115 pesos.

También se compraron insumos médicos a empresas “todólogas”. La Sedena compró medicamentos para atender la pandemia a una empresa dedicada a la venta de muebles.

En este contexto, el IMCO advirtió que hasta el momento no existe evidencia de que México se haya preparado para la segunda ola de contagios registrada entre diciembre y enero, de acuerdo con los contratos e insumos adquiridos, por lo que cuestionó si ya se está preparado para una tercera ola derivada de un relajamiento en las medidas en Semana Santa.

Y en vacunas, también

De acuerdo con la directora general de IMCO, Valeria Moy, no existe información clara sobre la compra de vacunas, lo que complica hacer un análisis de su adquisición.

Reconoció que si bien México fue de los primeros países que anunció que haría compra de vacunas, incluso lo anunció cuando todavía no había vacunas, en ese momento sólo adquirió contratos de futuro. “Lo que nunca quedó claro es si en efecto fueron compras, lo que anunció México fueron acuerdos con los principales proveedores de las vacunas, pero no se anunció si se había comprado cierta cantidad definitiva, nunca quedó claro si había una transacción de compra”, señaló.

De ahí que el tema de la compra de vacunas sea ambiguo y hasta el momento no existe claridad en la información y no hay datos abiertos sobre estas adquisiciones del gobierno federal.

 

Anomalías detectadas

-No hay hipervínculo en 112 de contratos de la Secretaría de Salud y, la dependencia reportó que no tienen la información y por lo tanto las declararon inexistentes. No obstante, en Compranet están registrados los contratos, que representan 3 mil millones de pesos.

-Sedena compró unidades de paracetamol en 115 pesos, costo 2.3 veces mayor a un primer contrato.

ISSSTE pagó el precio más alto por equipo médico a empresas ajenas al sector salud. En mayo gastó mil millones de pesos.

-El ISSSTE no detectó 752 contratos que el IMCO identificó en Compranet

-Hubo inconsistencias en la captura del registro de contrato, lo que dificultó la búsqueda, pues en lugar de escribir Covid-19, escribieron “Covit-19”.

-Las compras se hicieron a proveedores que no están en el Registro Único de Proveedores y Contratistas.

-Se hicieron compras de insumos médicos a empresas dedicadas a instalar circuitos de seguridad privada.

-Las compras se registraron en Compranet hasta 357 días después de la firma del contrato, cuando se establece que el plazo para el registro es de cinco días.

-Con excepción de enero, el mayor gasto en las compras de emergencia ocurrió cuando el virus ya se había propagado por el país, especialmente en abril.

-En febrero de 2020 hubo una disminución de compras de emergencia, durante el momento crucial para la preparación de la pandemia.

-Septiembre y noviembre fueron los meses en los cuales hubo menos compras de emergencia, mientras que en diciembre es posible identificar un nuevo pico en el gasto. (No se prepararon para la segunda ola)

Deben transparentar hospitales

El Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales ordenó a la Secretaría de Salud transparentar información detallada de los 130 hospitales que quedaron inconclusos en Gobiernos anteriores y que fueron concluidos en la actual administración para atender de mejor manera la pandemia Covid-19. Lo anterior, en atención a un recurso de revisión inconclusa, pues la dependencia federal se limitó a reportar que dichos datos eran inexistentes y brindaron información parcial.
LEG