Joe Biden

Si bien la relación de Estados Unidos con Rusia y China no era la de aliados que avanzan hacia un mismo interés, tampoco había una confrontación directa… pero en 48 horas cambió el escenario.

El presidente ruso, Vladimir Putin, se burló de Joe Biden por haberlo tachado de “asesino” un día antes, durante una entrevista en televisión, e insistió en que Rusia defenderá sus intereses ante Estados Unidos.

Esta disputa podría sumir la relación entre ambos rivales geopolíticos en una nueva espiral de tensiones, a pesar de que ambas potencias habían expresado su voluntad de cooperar en casos de interés común.

“El que lo dice lo es”, soltó Putin, sonriendo, en declaraciones retransmitidas por la televisión rusa, “no se trata únicamente de una expresión infantil, de una broma. Tiene un sentido profundo y psicológico. Siempre vemos en los demás nuestras propias cualidades, pensando que son como nosotros”.

El miércoles, Biden respondió afirmativamente a un periodista que le preguntó si Putin era un asesino; “conozco a mis rivales”, agregó.

Segundo frente

En el otro campo de batalla, no hubo avances hacia una relación más suave. El diplomático de más alto rango del Partido Comunista chino amenazó con acciones firmes contra la “injerencia de Estados Unidos”, y llamó a abandonar la mentalidad de la Guerra Fría, en una reunión la víspera con el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, en Alaska.

“China se opone firmemente a la injerencia de Estados Unidos en los asuntos internos. Hemos expresado nuestra fuerte oposición a tal injerencia, y tomaremos medidas firmes en respuesta”, dijo Yang Jiechi, “tenemos que abandonar la mentalidad de la Guerra Fría”.

Antes, Blinken dijo que las acciones de China “amenazan el orden basado en reglas que garantiza la estabilidad global”.

LEG