A sus 76 años, Yoweri Museveni ganó este fin de semana un sexto mandato para presidir Uganda.

En el poder desde 1986, obtuvo 58.6% de los votos, después de una votación muy cuestionada por su rival Bobi Wine, que denuncia múltiples fraudes.

Wine, cuyo verdadero nombre es Robert Kyagulanyi, obtuvo 348% de los votos, anunció la comisión electoral de este país de África oriental.

La participación fue de 57.2%. Alrededor de 10.3 millones de ugandeses acudieron a las urnas para esta elección, que se desarrolló en una aparente calma el jueves, pero bajo la fuerte presencia de policías antidisturbios y militares, y con un corte de Internet y redes sociales como telón de fondo.

Las elecciones se celebraron tras una campaña particularmente violenta, caracterizada por el acoso y la detención de miembros de la oposición, ataques contra los medios de comunicación y la muerte de, al menos, 54 personas en disturbios tras la enésima detención de Wine, cuya campaña se obstaculizó en gran medida en nombre de las restricciones por el Covid-19.

Bobi Wine, diputado de 38 años y principal rival de Museveni entre los 10 candidatos de oposición, impugnó de antemano los resultados del escrutinio el viernes, denunciando “una farsa absoluta” y estimando haber “ganado ampliamente” la elección.

El antiguo cantante del subgénero conocido como raggamuffin, que galvanizó a una parte de la juventud ugandesa, denunció por ejemplo que hubo papeletas de votación rellenadas de antemano, electores que no las recibieron o agresiones contra los observadores de su partido, a veces expulsados de los colegios electorales.

El partido de Wine, Plataforma de la Unidad Nacional, no excluye la posibilidad de manifestaciones, como durante la campaña.

 

LEG