Marte
Foto: Pixabay/Archivo La empresa SpaceX perfila la construcción de una colonia en el planeta Marte, la cual anunció no seguirá las leyes internacionales  

La empresa SpaceX perfila la construcción de una colonia en el planeta Marte, la cual anunció no seguirá las leyes internacionales y se regirá por los “principios de autogobierno”.

Las declaraciones de la compañía espacial de Elon Musk causaron revuelo e incluso que se dijera que el magnate desea apropiarse del planeta rojo.

Sin embargo, SpaceX aclaró que no se trata de eso, sino que al crearse un asentamiento fuera de la Tierra, éste no será parte del territorio soberano de ningún país.

Hecho que comparó a la independencia del mismo Estados Unidos de Inglaterra, y Latinoamérica de España.

“El objetivo es que la colonia marciana se autogobierne. A Elon le gustaría establecer una segunda rama de la civilización humana allí, que a largo plazo signifique nuevos países que cubran su superficie”, afirmó.

Apuntó que Musk ha mostrado simpatía por el sistema de democracia directa para elegir a los líderes coloniales.

“De este modo, serán las propias colonias quienes redacten sus leyes, evidentemente acordes con los derechos humanos”.

La empresa mencionó que la noticia ha sido interpretada como que Elon Musk quiere privatizar Marte para él y “establecer una terrible distopía capitalista o algo”.

SpaceX agregó que si las colonias son independientes, el resultado será que tendrán que redactar sus propias leyes, y no se someterán a las leyes de España, Estados Unidos o algún otro país.

“Y, como en la Tierra, el territorio que ocupan es limitado. La colonia irá creciendo, y en el futuro tal vez ocupe varios kilómetros cuadrados, pero nada remotamente comparable con apropiarse el planeta entero”.

Reiteró que la idea es que las colonias sean ” independientes, soberanas y democráticas, no un monopolio similar al de la Compañía de las Indias Orientales en el siglo XVIII, que no cunda el pánico”.

La compañía consideró que esta característica hará mucho más estable a las colonias, ya que no dependerían de “enormes burocracias y cambios políticos a millones de kilómetros de distancia”.

Remarcó que no se tiene la intención de separarse de la Tierra para saltarse las leyes “y hacer lo que les de la gana”, sino que, al tratarse de una colonización de un nuevo planeta, “lo lógico es que las decisiones las tomen democráticamente los habitantes de la colonia, ciudad y finalmente países que se formen”.

 

fahl