El gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo Maza, entregó la nueva infraestructura hidráulica para Nezahualcóyotl, cuya inversión supera los más de mil millones de pesos, obra que la convierte en una de las más importantes de los últimos años en la materia en todo la entidad.

La obra comprende la construcción de 9 pozos y plantas potabilizadoras, con lo cual se beneficia a más de un millón de habitantes, explicó el gobernador mexiquense, quien estuvo acompañado del alcalde Juan Hugo de la Rosa García, del secretario de Obra Pública de la entidad, Rafael Díaz Leal Barrueta y de Patricia Ramírez Pineda, representante de la directora de CONAGUA.

Recordó que actualmente en el Valle de México el 40% del agua que se extrae se desperdicia en fugas, por lo que una de las prioridades desde el inicio de su administración, fue la reconversión de la red hidráulica de la entidad.

De lo que se trata es de que llegue con buena presión, tenga suficiente cobertura y sea limpia y de llegue de manera constante a los hogares, destacó Del Mazo Maza, quien agregó que son obras que “no se ven, porque están enterradas, pero que se recordarán por siempre por el beneficio que representan para la población”.

En su oportunidad, el alcalde de Nezahualcóyotl destacó que también se lograron gestionar más de mil 200 millones de pesos del Fondo Nacional de Desastres, tras la afectación a la red hidráulica por los sismos que se registraron en septiembre del 2017.

Apuntó que con estos recursos, sumados al presupuesto propio, se inició la sustitución de la red hidráulica secundaria, así como la rehabilitación y construcción de líneas de agua potable; además del equipamiento y perforación de plantas de rebombeo y de pozos, respectivamente

Con éstas obras, agregó De La Rosa García, se logran recuperar 282 litros de agua potable por segundo, que significan el 28 por ciento del total de agua que se desperdiciaba debido a las fugas en la red hidráulica.

Recordó que los sismos del 2017 dañaron severamente la red hidráulica del municipio, “ya que las líneas de abastecimiento están construidas con fibrocemento que no soportan los hundimientos naturales del suelo ni tampoco los movimientos telúricos”.

 

EFVE