José Ureña

Unos cuentan diez.

Otros hasta 13.

La realidad es ésta: la Alianza Federalista ha sido satanizada desde Palacio Nacional y no tendrá redención.

Dicho en términos económicos, la supervivencia de los estados, hay 13 entidades en riesgo de perder apoyos federales.

¿Por qué?

Por la osadía de no ceñirse a las reglas federales.

He aquí la información.

Un grupo de gobernadores –Francisco García Cabeza de Vaca, Miguel Riquelme, José Ignacio Peralta, Jaime Rodríguez El Bronco, Enrique Alfaro, José Rosas Aispuro- se reunió para exigir mejor trato de la federación.

Del Gobierno federal, se entiende, hoy ajeno a las necesidades provincianas.

Pero el grupo creció mientras los miembros del Partido Acción Nacional (PAN), bautizado como Goan, formaban su propio agrupamiento.

Están identificados: Martín Orozco (Aguascalientes) Carlos Mendoza (Baja California), José Rosas Aispuro (Durango), Diego Sinhue (Guanajuato), Francisco Domínguez (Querétaro), Carlos Joaquín (Quintana Roo), Francisco García Cabeza de Vaca (Tamaulipas), Mauricio Vila (Yucatán) y algún otro.

Al final unos y otros están unidos.

Sólo que…

Y ATÉNGANSE A LAS CONSECUENCIAS

Están en problemas.

Deben decidirse pronto qué camino tomarán, si insistir por cuenta por el billón y medio de pesos –como pidió Silvano Aureoles en San Luis Potosí a nombre de todos- para reactivar sus economías o condenarse al aislamiento.

Hablemos de escenarios:

La Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), de repente actora con Juan Manuel Carreras, restableció el diálogo con el Gobierno federal y logró acuerdos para la redistribución de recursos.

Hay varias vías en esa dirección:

Renegociación de la deuda con respaldo de Banobras.

Devolución de recursos usados para atender la emergencia sanitaria y económica.

Y el Fondo de Compensación o de Emergencia.

Pero si los 13 mencionados abandonan la Conago como lo han planteado, pueden quedarse fuera de todos esos apoyos.

En perjuicio, claro de sus respectivas entidades: Aguascalientes, Chihuahua, Coahuila, Colima, Durango, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Nuevo León, Querétaro y Tamaulipas.

Y aténganse a las consecuencias.

LA PANDEMIA AÚPA A LOS REBELDES

Uno de los aspectos a considerar por los rebeldes es la medición en estos tiempos de pandemia.

Ellos apostaron por su propia infraestructura y no se doblegaron a los lineamientos del subsecretario Hugo López-Gatell ni al Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi).

No se trata de satanizar a nadie, pero la estadística les da la razón.

Son Baja California Sur (Carlos Mendoza Davis), Guanajuato (Diego Sinhue), Coahuila (Miguel Riquelme), Tamaulipas (Francisco García Cabeza de Vaca), Nuevo León (Jaime Rodríguez) y Michoacán (Silvano Aureoles).

Estos datos también cuentan y sin duda deben ser factor para, si no alejarse de la Conago y de la federación, sí para renegociar su posición.

Pero todos ellos han apostado a sus propios recursos para atender la emergencia sanitaria y enfrentar la crisis económica, lo cual les ha menguado la subsistencia.

Y no pueden recuperar la salud financiera sin el respaldo del centro.

Pero, aquí está la desgracia, ayer en la conferencia rutinaria de Palacio Nacional se les canceló la posibilidad de darles más recursos.

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