Republicanos y demócratas estadounidenses se enfrentaban el martes a difíciles negociaciones sobre cuál es la mejor forma de recuperarse de la pandemia del coronavirus, después de que los primeros revelaron una propuesta de alivio cuatro días antes de que millones de personas pierdan sus beneficios por desempleo.

Los senadores republicanos anunciaron el lunes un paquete de ayuda por 1 billón de dólares elaborado junto a la Casa Blanca, y que fue calificado como el líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, como un plan “a medida y enfocado” para reabrir colegios y negocios, al tiempo que protegen a las compañías de posibles demandas.

No obstante, la propuesta provocó la oposición inmediata desde las filas demócratas y republicanas. Los primeros se quejaron de que era demasiado limitada comparada con su propuesta por 3 billones de dólares que fue aprobada por la Cámara de Representantes en mayo. Algunos republicanos la calificaron como demasiado cara.

El plan daría a muchas personas pagos directos de mil 200 dólares, aportaría miles de millones en préstamos a pequeños negocios y ayudaría a la reapertura de colegios.

No obstante, reduciría el actual beneficio extendido por desempleo desde los 600 dólares adicionales actuales -que expira el viernes- a 200.

El beneficio suplementario ha sido un salvavidas financiero para trabajadores despedidos y un apoyo clave para el gasto del consumidor. Los demócratas denunciaron rápidamente los recortes como draconianos, ya que millones de personas siguen sin poder volver a sus lugares de trabajo.

Muchos republicanos insisten en que la alta paga por desempleo anima a las personas a quedarse en casa más que volver al trabajo.

La disputa se produce en un momento en que los casos de coronavirus en Estados Unidos superan los 4 millones, un hito para una pandemia que ha acabado con la vida de casi 150 mil personas en el país y ha dejado a decenas de millones de personas sin trabajo.

 

ica