Luis Niño de Rivera
Foto: Cuartoscuro/Archivo Niño de Rivera aseguró que este programa no se extenderá por más tiempo, aunque se diseñará un proyecto para que las personas puedan reestructurar sus deudas  

El programa de diferimiento de pagos de la banca mexicana sumó nueve millones de créditos al 30 de junio pasado, los cuales equivalen a un monto aproximado de un billón de pesos, informó Luis Niño de Rivera, presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM).

 

Detalló que los financiamientos que fueron acogidos a dicho apoyo representan el 25% del total del crédito bancario y suman cerca de 64 mil millones de pesos bajo el concepto de intereses diferidos.

 

De este universo, 3.3 millones de créditos corresponden a micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyMEs), y créditos a personas a personas físicas con actividad empresarial; otros 3.3 millones están relacionados a tarjetas de crédito; mientras que 2.1 millones de financiamientos son de consumo. También se tienen registrados otros 322 mil créditos de vivienda y 37 mil financiamientos hacia grandes empresas.

 

En marzo la banca anunció un apoyo para que las personas con dificultades en el pago de sus créditos, derivado del Covid-19, pudieran postergar sus obligaciones por hasta seis meses.

 

Niño de Rivera aseguró que este programa no se extenderá por más tiempo, aunque se diseñará un proyecto para que las personas puedan reestructurar sus deudas, de acuerdo a cada banco y segmento crediticio correspondiente.

 

“La reestructura es el tema que tenemos sobre la mesa, lo estamos dialogando y trabajando conjuntamente con los reguladores bancarios. Ampliar el diferimiento no lo vemos como una ayuda sustantiva, ya en los cuatros a seis meses que lo hemos diferido creemos que ha sido un apoyo muy relevante”, comentó.

 

A su vez, Julio Carranza, vicepresidente de la ABM, resaltó la importancia de que ya exista un pago de intereses, al igual que una reserva por parte de los bancos para las reestructuras que puedan presentarse.

 

 

Sector se mantiene sólido y robusto

Los representantes del sector reiteraron que la banca se mantiene sólida, con un índice de capitalización (Icap) de 16.41%, al cierre de mayo de 2020, para enfrentar cualquier adversidad económica en consecuencia de la pandemia del coronavirus en el país.

 

Añadieron que si bien el crédito al consumo cayó 0.9% durante abril, cuando se anunció el cierre de espacios para prevenir contagios en la población, hacia adelante se espera que muestre una recuperación en línea con la reapertura de actividades económicas y productivas.

 

 

 

fahl