Foto: Reuters A raíz de la muerte de George Floyd, el 25 de mayo, se desataron protestas en muchas ciudades. Luego, el fin de semana pasado otro caso se detonó en Atlanta.  

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó un decreto de reforma policial en respuesta a la ola de protestas contra el abuso y el racismo de sus efectivos que sacude el país (y a otras naciones de América y Europa), aunque no satisface del todo los reclamos de cambio.

El decreto incluye una prohibición de técnicas de estrangulamiento como método de inmovilización, “a menos que la vida de un oficial de Policía esté en peligro”, detalló el Presidente.

Sin embargo, solo “alienta” a las unidades policiales a adoptar “los más altos estándares profesionales”, agregó el republicano.

Subrayando su voluntad de restaurar “la ley y el orden”, también destacó la necesidad de “reunir a la Policía y a la comunidad, no de mantenerlos alejados”.

Trump firmó la orden ejecutiva en los jardines de la Casa Blanca, frente a jerarcas del Gobierno, la Policía y parlamentarios republicanos, y con la notable ausencia de familiares de víctimas de la brutalidad policial, con quienes el mandatario dijo haberse reunido en privado poco antes.

Tampoco participaron representantes de la oposición ni de organizaciones o movimientos por los derechos civiles de los afroestadounidenses.

Con este decreto, Trump dijo que pretende ofrecer un “futuro seguro a los estadounidenses de todas las razas, religiones, colores y creencias”.

No obstante, es poco probable que el decreto satisfaga a los miles de iracundos manifestantes que salieron a la calle a denunciar el racismo y la brutalidad policial tras la muerte el 25 de mayo en Minneapolis de George Floyd, un hombre negro de 46 años, asfixiado por un policía blanco que se arrodilló sobre su cuello.

El incidente provocó las mayores protestas en todo el país desde las movilizaciones en defensa de los derechos civiles en la década de 1960 y llevó a varias ciudades a prohibir prácticas policiales controvertidas, como técnicas de asfixia, o incluso, como en Minneapolis, a anunciar el desmantelamiento de la Policía.

A la ira generalizada causada por la muerte de Floyd se sumó la noche del viernes la muerte en Atlanta del también afroestadounidense Rayshard Brooks tras recibir por la espalda un disparo policial, lo que llevó a la alcaldesa de esa ciudad a pedir la renuncia de la jefa de la policía y anunciar reformas en la fuerza.

 

FRASE
“He hecho más en menos de 4 años que Biden en más de 40 años, incluso para la América Negra. Biden ha sido parte de cada decisión fallida”
Donald Trump
Presidente de Estados Unidos

LEG