Foto: Especial La dirigente perredista, recordó que las defunciones en México ya superaron las 17 mil personas y de acuerdo con estudios independientes, es altamente probable que se rebasen las 35 mil muertes  

La condescendencia presidencial ha llevado a un peligroso relajamiento de las medidas de sana distancia y de la recomendación de quedarse en casa; “el Ejecutivo justifica tal acción con el argumento de respetar la libertad de las personas y no incurrir en actos de autoritarismo, pero en realidad se está abandonando a los mexicanos a su suerte”, advirtió Adriana Díaz, integrante de la dirigencia nacional del PRD.

 

Refirió que mientras en países como Alemania, Argentina y Corea del Sur, los gobernantes cerraron aeropuertos, disminuyeron la movilidad, se dotó de recursos a la gente para cumplir con el confinamiento, y se aplicaron pruebas masivas para identificar infectados y aislarlos; en México, se ha negado a los ciudadanos el acceso a las pruebas y se han relajado las medidas de prevención.

 

La dirigente perredista, recordó que las defunciones en México ya superaron las 17 mil personas y de acuerdo con estudios independientes, es altamente probable que se rebasen las 35 mil muertes pronosticadas como máximo por el gobierno federal.

 

“Sin que la pandemia esté controlada, el Presidente primero presionó para abrir la economía y ahora, con su decálogo, convoca a la gente a salir a las calles. Se evidencia así, que el gobierno prioriza el capital sobre la vida de los mexicanos tal y como lo hace Ricardo Salinas Pliego, uno de los empresarios favoritos del gobierno de la llamada “cuarta transformación”.

 

Consideró que la mayor preocupación para López Obrador es que su proyecto político se le vaya de las manos, si se prolonga la crisis económica. De ahí su urgencia de regresar a una “nueva normalidad” sin importar los costos en vidas humanas. “El Presidente sabe que un pueblo sin dinero le puede dar la espalda en la elección del 2021. Pero el daño está hecho, pues su política de austeridad también le impide tomar medidas contracíclicas adecuadas para salir de la crisis económica”.

 

Expresó que la crisis sanitaria y la económica están sin control, “ya no es posible ocultarlas ni siquiera con distractores, como el decálogo presentado el fin de semana. Al abrir la economía y negarse a aplicar las pruebas a quienes están regresando al trabajo, el presidente de la República está condenando a la muerte a miles de mexicanos, que ante el abandono de su gobierno, deberán arreglárselas como puedan para evitar ser estadística”, declaró.

 

DAMG